Me puse nerviosa. Ni siquiera pensé en que debía de enojarme con él por hacerme esto ¿Qué hice? Además, no tiene derecho a repróchame nada ¿o sí? Lo vi entrando al otro lado y acelero el auto. Ni un Hola. Un olor a cerveza esparcida en todo el auto, solo esperaba que no estuviera borracho, no porque me preocupe por él, es solo que si nos paran no solo el ira a la cárcel. Aunque una parte de mi si se preocupaba por él.
Aun temía de Harry, no es un chico con el que puedes sentirte completamente a salvo si le tienes miedo. en menos de cinco minutos con un silencio incomodo dominando paro el auto y bajo de un golpe, me sobresalte cuando la puerta de mi asiento se abrió, ya estaba oscuro y eso me ponía aun más nerviosa.
-¿puedo saber que hice? -dije siguiéndolo, era un tipo de bosque, estábamos fuera de la ciudad, imagino que esto es algo serio porque fácilmente debió reprocharme fuera de la casa de Sam, y no aquí.
-Jade, conmigo no juegues -dijo después de unos momentos, estábamos en medio de la nada pero aun alcanzaba a ver su auto. Los arboles nos rodeaban, a cada cierto espacio había otro y otro.
-¿en qué momento comencé a jugar contigo? -mi tono salió molesto pero con cuidado de no enojarle. Él apretó la mandíbula y los músculos de su espalda se comenzaron a contraer, seguía caminando y yo detrás de él por miedo a quedarme sola en un lugar que jamás he visto.
Se detuvo y con todas mis fuerzas lo hice yo para no topar con él ¿en serio este chico me gusta? debo se aceptar que cuando se pone así se ve más sexy pero me da miedo. Se giro a verme y la luz del auto que se quedaron encendidas iluminaron sus ojos y se veían oscuros, ni un rastro del bello azul... ok creo que hice algo malo.
-¿Quién era ese chico? -cerro sus ojos viendo la expresión de susto que tenia.
-¿Cuál-Cual chico? -tartamudeé. Retrocedí un paso por instinto.
-no me creas un tonto, Jade. -hizo una mueca y volteo a ver a otra parte rascándose la cabeza.
-no te estoy diciendo eso -levante la voz - no sé de qué puto chico me hablas -elevé mis brazos exagerando todo.
-él que estuvo en tu casa esta mañana -dijo acercándose a mí pero esta vez no me aleje. Sonreí en mis adentros, estaba celoso.
Pero aun no podía evitar lo enfadada que estaba con él ¿Quién se cree para irme a sacar de la casa de mi mejor amiga, cuando estoy apunto de comer un delicioso pastel de chocolate?
-ah, ¿te refieres a Paolo? -fruncí el ceño, imagino que Harry no lo conoce.
-¿Paolo? -me vio asombrado pero frunciendo el ceño -¿Qué hacía en tu casa ese hijo de puta? ¿Cómo lo conoces?
Oh no. Esto no es algo bueno, Harry lo conoce, y Paolo lo conoce a él ¿Cómo? La respiración de Harry era más pesada, como si se estuviera ajuntando las ganas de golpearme, o peor aún, a Paolo. La chaqueta de cuero que llevaba Harry se estiraba por la presión que él hacía en sus músculos.
-el es mi ex novio -me limité a decirlo, mi voz salía tímida. Además, no quería decirle la razón del porque llego a mi casa porque pienso que fue una tontería.
-joder -maldijo alejándose de mí, lo veía detenidamente ¿Por qué no simplemente me dice lo que está pasando? -no lo vuelvas a ver, aléjate y evitarlo.
-no hasta que me digas como los conoces. -dije siguiendolo , obviamente iba a alejarme pero quería la razón.
El cerró los ojos nuevamente y los abrió encontrándose con los míos, por suerte su enfado ya estaba totalmente controlado porque su respiración se calmaba poco a poco. Se sentó en el monte bajando la mirada.
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El Boxeador Es Mio
Teen FictionDos caminos diferentes son unidos, llámalo destino o simplemente coincidencia. Dos personas, más bien polos opuestos, se encuentran para formar recuerdos, desagradables o hermosos. Una bailarina, con pasos tan delicados como un cisne, pasos estudiad...