Capítulo 5

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Por fin había llegado Thomas y su padre, al lado de su madre y mi otro tío. La cena no estuvo de lo mejor que esperamos (casi como todos los domingos), mi madre y sus hermanos hablaban alegremente mientras todos nosotros solo comíamos en silencio y nos dábamos miradas.

-Esto es aburrido. –dijo Robert entre susurros.

-Lo sé –dije yo –deberíamos hacer algo. -Thomas estaba viendo su celular muy entretenido que ya no nos puso más atención.

-De ser así me hubiera quedado en España.  –dijo Marco entre risas susurradas

-Te apoyo hermano. –dijo Robert

-Joder. –dijo en español Stephan y rodee los ojos al no poder entender lo que dijo.

-Me sacaras de mis casillas si sigues hablando en español. –me queje yo a lo que el ríe.

-¡Por fin! –dijo Thomas en voz baja y levantando la vista hasta mi dejando ver sus ojos azules -¿les parece ir a una fiesta?

-¿Un domingo? –respondió con otra pregunta Marco.

-Tal vez las fiestas los domingos no sean comunes en tu país pero aquí en Londres son normales. –respondió Thomas con una sonrisa.

-¿Qué estamos esperando? –dijo Stephan –vámonos ya  nos convertiremos en adultos hablando sobre política o lo que sea que estén hablando ellos –señalo al grupo de adultos y sonreímos.

-Mamá –dije  -¿nos dejas ir a una fiesta en casa de un amigo de Thomas?


-Estamos en una cena familiar. –contesto ella seria.

-Estamos en una conversación que no llega a más que política y estúpida adolescencia hoy en día. –contesto Stephan y yo casi reía.

-Por favor. –dijo Robert.

-Por mí que vayan –dijo la tía Jules –los chicos deben de conocer personas aquí.

Mi madre acepto no muy convencida. Ella sabía perfectamente que cuando iba a fiestas la mayoría de veces llego a casa como a las cinco de la mañana, algo que hace que se moleste conmigo. Pero al fin, me dejo ir con mis primos.

Nos levantamos de la mesa y todos fuimos a abrazar a la tía Jules por dejarnos ir a la fiesta que por cierto no sé dónde es y de quien es, pero por suerte llevo a mis primos, los cuales sé que no me dejaran a menos de que se les acerque una chica muy pero muy bella. Allí si me dejan.

Tomamos cada uno nuestros teléfonos de la mesa y salimos mientras nos despedíamos de todos con gritos y con las manos agitando una despedida. Tomamos el auto de Thomas y partimos rumbo hasta la fiesta que ya nos hacía falta a todos.

Pasamos contando sobre cosas que nos han pasado ya que no estábamos muy al día. Robert tiene novia, llamada Stacy y según él es muy simpática y divertida. Marco ha entrado a campeonatos de tenis donde gana siempre el segundo lugar pero todos estamos seguros de que ganara el primero muy pronto. Stephan es un chico –comúnmente- mujeriego así que ya sabrán. Thomas está en su segundo año de medicina y le está yendo muy bien –según el-.

El Boxeador Es MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora