El Boxeador Es Mio

cinco

Harry.

Jodido. Eso era lo que estaba esta mañana. Jodido. Un puto jodido.

El dolor físico fue horrible, tenia dolor se cabeza de aquellos que no puedes abrir los ojos sin sentir que todo se te cae encima o es más brillante de lo normal. Y no hablemos del dolor sentimental, jamas me había sentido tan miserable como ahora al darme cuenta que lo que paso la noche anterior fue solo un sueño. Un sueño demasiado bueno para ser cierto.

¿por qué decía eso? Bueno, primero que Jade nunca me besó, nunca se quedó conmigo y segunda porque sentí tanta felicidad en el sueño cuando me dije que no volvería a sentir algo mas por ella. No la odiaba, no podría odiarla, pero me gustaría.

Sueños como estos tuve mucho tiempo atrás. Sin embargo, no lo había sentido tan real como este.

¿cómo sé que no fue real? Porque me desperté en el sofá con el traje puesto.

Como pude me levanté sintiendo como partes de mi cuerpo sufrían la mala postura en la que acabé toda la noche. Mis ojos estaban entrecerrados por la luz. A tientas encontré mi habitación y agradecí tener las persianas y las cortinas corridas. Me tiré en el colchón suave maldiciendo el alcohol. Debería dejarlo. Debería.

Nuestra charla con Jade si había pasado, me había dicho todo lo que quería y por la gracia de Dios había pasado algo en lo que ya no sabia muy bien si era la realidad o mi mera fantasía.

Cuando ella había dicho adiós algo que no sabría decir con certeza de qué pasó deje de ser consciente de la realidad. En el paso que supuestamente había hecho había caído al suelo realmente. Lo sé, todo es confuso.

Lo único bueno de todo es que sabía que aún le importaba, pero ¿de qué me servía eso ahora? Mi lado egoísta dice que eso no vale nada y que fue lo mejor. Pero jamás en estos años me había sentido tan solo, una parte de.mi había anhelado realmente que lo de anoche si haya pasado. ¿pero cómo seria Jade tan estúpida como para acostarse con un idiota que estaba a punto de tener sexo con otra chica frente a todos los invitados? Debí haberme dado cuenta de eso antes de dejar que mi imaginación siguiera con su tortura.

Me bañé y arreglé como pude, tenia que tomar unas cuantas pastillas y un buen desayuno para que mi día no fuera tan jodido. Horas después de haber intentado estar lo mas presentable posible salí de casa y marqué el número de Cody.

–harry —dijo al contestar, había tardado mucho en descolgar por lo que supongo que se lo estaba pensando.

–hermano, lo siento de verdad. No sé qué es lo que me está pasando y anoche no pensé con cabeza las consecuencias de ser un idiota.

Jamás pedía perdón, era algo de lo que ya estaba acostumbrado a no hacer. Pero él era mi mejor amigo, hacer que se fuera a su luna de miel cabreado conmigo seria el peor regalo de bodas que podría darle.

–Harry, solo deja de ser un idiota, será mejor que no veas a mi familia en un buen tiempo.

–si, lo sé. En parte fue culpa.de tu prima ¿quién se aprovecha de un pobre borracho?

–tus pasados, no los mios –respondió y supe que hablaba de mi pasado de hace unos años.

–venga, no me hagas sentir peor. ¿estás ya en el aeropuerto?

–si, en una hora sale el vuelo, aun tienes tiempo de venir y disculparte como se debe –escuché que Sam reía con alguien.

–en camino –anuncié antes de colgar.

Probablemente tendría que enfrentarme a Jade y a la pareja de esposos. No sabía realmente como esto iba a terminar. Lo que si sabia es que iba a recuperar a Jade.

Quizá se preguntaran el por que de tan improvisada decisión. Pues, estoy cansado de estar solo, realmente solo. Si en esta vida hay segundas oportunidades, quiero mi segunda oportunidad con ella.