Ya había pasado dos meses desde mi llegada. Todas las cosas habían vuelto a la normalidad.
Mis primos me presentaron a sus amigos y salí de vez en cuando con ellos. Había sido realmente divertido.
Pasé la mayor parte de mi tiempo con Sam en sus preparativos de boda y, a veces, Cody se unía a nosotras.
Lo había visto demasiado cambiado, ahora lucía una barba áspera del mismo tono de su cabello y se veía mas fornido.
En todo este tiempo jamás me topé con Harry, aunque lo deseaba demasiado. Quería pedirle una explicación del por qué nunca respondió mis mensajes. Pero luego de unos días decidí que era lo mejor.
No era estúpida, sabia que lo vería para la boda.
Y hablando de eso estaba aquí, en un salón de belleza con una Sam casi comiéndose las uñas acrílicas porque la chica que iba a hacer su maquillaje no llegaba.
-¡quiero ir hermosa a mi boda! -gritó mientras caminaba de lado a lado.
Una chica estaba arreglando mi cabello como lo había pedido Sam. Cuando querían iniciar con el de ella se negó diciendo que si la chica que la maquillaba no venia les arrancaría cualquier aparato de bella y lo arrojaría a un espejo.
Ellas no estaban del todo sorprendidas por el comportamiento de Sam, habían dicho que tuvieron novias peores.
Cuando finalmente la chica llegó pude apostar que Sam estaba a punto de arrancarle las cejas pero no, sólo dijo que quería llegar a su boda a tiempo.
Me limité a esperar pacientemente a que las chicas terminadan de arreglarme por completo y me coloqué el vestido de dama de honor. El vestido era realmente hermoso, eso no lo dudaba con los increíbles gustos de moda de mi amiga. Claro, ella había estudiado diseño de modas en la universidad y estaba trabajando en una tienda de vestidos.
Tocaba el encaje mientras esperaba a que todo se calmara.
-lamento la tardanza, mi novio no salia del trabajo rápido -una voz femenina y los pasos con tacones fueron escuchados detrás de mi.
Cuando giré a ver era Eleanor, mi amiga de la playa y acompañante en luchas clandestinas. Tenia el cabello pintado de un rosa suave y se le veía mas hermosa que antes.
Ella quedó boca abierta cuando me vio de pie con mi vestido.
-joder, amo tu gusto por vestidos, Sam. Si me caso tu te harás cargo eso -sonrió sin dejar de ver embobada mi vestido.
Eleanor era la segunda dama y no la había visto en mucho tiempo, no pudo ir para los preparativos de la boda porque trabajaba, pero verla aquí me encantó.
Me dio un fuerte abrazo y luego fue llevada por las chicas del salón para empezar a arreglarla.
Me acerqué a un espejo largo y pude verme mejor. Mi cabello había sido mandado en ser rizado y largo con unas cuantas flores blancas en la parte de atrás sujetando unos cuantos mechones de cabello. Me había dejado crecer más mi melena y ahora estaba colgando hasta la mitad de la espalda. El vestido caía suavemente hasta el suelo y dejaba ver poco de mis Zapatos del mismo color que el vestido, sin mencionar la espalda descubierta que me tenia fascinada.
A Sam le recogieron su cabello y le ajustaron el velo, Eleanor tenia el mismo vestido y el mismo peinado que el mio. Aun así creí que ellas se veían mes hermosas que yo, y Sam estaba justificada.
Media hora después, la dama y la novia ya estaban listas para ir a la ceremonia.
***
Bajar del auto con Sam exigiendo que su vestido no se estropeara fue realmente difícil.
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El Boxeador Es Mio
Teen FictionDos caminos diferentes son unidos, llámalo destino o simplemente coincidencia. Dos personas, más bien polos opuestos, se encuentran para formar recuerdos, desagradables o hermosos. Una bailarina, con pasos tan delicados como un cisne, pasos estudiad...