Estábamos aun frente a frente, no sabía que mas decir, en realidad, no sabía si esto era una relación o algo por el estilo. Estaba más que todo feliz, feliz porque he logrado que el boxeador más temido, rudo y sin corazón quiera salir conmigo. Mi ego por dentro se coloca firmemente mostrando orgullo de lo que no cualquiera ha logrado.
No estábamos más que hablando normalmente, como si nada de lo que me dijo acaba de pasar, tenía ganas de sentarme, no es porque este nerviosa o algo por el estilo, es porque no estoy muy acostumbrada a estar de pie. Aunque llevamos más de media hora allí.
Mientras hablaba con él pensaba en que es lo que podíamos hacer para perder el tiempo, no me parecía muy atractiva la idea de ir a su casa, no imagino que otros juegos o actividades tenga él en mente pero será mejor hacer algo que me parezca un respiro de todo lo que pienso que él tiene en mente.
Me aleje de él solo unos pasos para luego colocarme a la par y con la ayuda de mis manos poder tomar impulso y sentarme en la mesa a su lado. Cuando lo logré torpemente me encorvé un poco para estar más cómoda, mi rodilla rozaba con la de él y me hacía sentir escalofríos. La luz era tenue y me era difícil ver la mayoría de cosas insignificantes a nuestro alrededor.
El olor a sudor y cerveza se sentía en el aire, y no lo digo por Harry, por fuera del camerino se escuchaban a hombres gritar y reír imaginando que tomaban alguna bebida alcohólica diferente a la cerveza. El olor era desagradable pero no se comparaba al olor de Harry, el sudor estaba mesclado con el desodorante y la colonia que opacaban el sudor aunque rastros de él aun seguían en el cuerpo no tan cubierto de Harry.
El también se encorvó intentando que su altura fuera igual a la mía, quedamos en silencio y lo único que se escuchaba eran las voces de afuera a lo que Harry no se veía muy augusto con eso. Algo me decía que teníamos que esperar a que esas personas se vallan y dejen el camino más fácil.
Por un momento me puse a pensar en cómo es que reacciona Harry cuando algo me ocurre, su temperamento no ayuda mucho en esto porque siempre en algún momento me da una punzada de miedo. Esas que tu conciencia te pide que corras y te alejes de esa persona, pero yo se que Harry puede cambiar.
-¿Cuánto tiempo crees que te tardaran esos moretones? –pregunte intentando que Harry desviara la vista de la puerta.
Estaba en guardia, algo que me hace sentirme segura. Pero parecía que estaba tan preocupado por mí que ni se da cuenta que yo lo estoy por él.
-creo que un par de días –se encogió de hombros –no es tan grave después de todo.
-pero te duele –afirme.
-no tanto como crees –saco una sonrisa torcida.
-creo que sería tiempo de que nos fuéramos.
-por cierto, hay una fiesta en casa de un amigo –me sonrió emocionado, algo que eh aprendido de Harry es que le encantan las fiestas.
No soy de las chicas que ama estar de fiesta en fiesta pero me divierten mucho. Con Sam siempre íbamos a fiestas juntas y la mayoría era de amigos del colegio o solo personas que no conocíamos pero nos invitaban.
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El Boxeador Es Mio
Teen FictionDos caminos diferentes son unidos, llámalo destino o simplemente coincidencia. Dos personas, más bien polos opuestos, se encuentran para formar recuerdos, desagradables o hermosos. Una bailarina, con pasos tan delicados como un cisne, pasos estudiad...