17 problemas (Sin corrección)

[33] Aquí descansan en paz los herederos de Cody Larsson.

Bien, se preguntarán "¿qué sucedió con el acoso-interrogatorio que tenían Cody y Tiffany?" Pues, hay una certera explicación que terminará con un Cody encerrado en el baño y yo corriendo por la orilla del mar con una Lizz realmente loca corriendo detrás de mí junto a un colador en su mano.

*hace unas horas*

-Pues... -decimos mi novio y yo al mismo tiempo, nos miramos con algo de pánico y enmudecemos.

-¡Hablen, joder! -grita Lizz realmente histérica.

-Rubia, tranquila por favor. -le dice Cody intentando controlar a su loca prima. -además, ya somos grandes ante nuestras decisiones. -dice encogiéndose en hombros.

-Por dios Cody, durante 11 años huyes de las mujeres como para no preocuparme con lo que haces con una ahora. -dice poniéndose de pie.

-Ya estoy grande Lizz... -dice con tono pesado.

-¿¡LARSSON DESVIRGASTE A MI HERMANA!? -grita Ginebra provocando que Alex derrame la cerveza que bebía.

-No soy tu hermana. -digo sin interés.

-¡Pero la mía sí! -dice Lucy justamente cuando salía de la casa. -¿Lo hicieron? -pregunta con el ceño realmente fruncido.

Empezaron una de las mayores discusiones que he presenciado en mi vida, lo sorprendente era lo patéticos que se veían, ¿todo por qué? Porque les encantan las discusiones sobre virginidades ajenas. 

-Oye Tiff... -susurra Coyi en mi oído. -ya lo pensé bien, el plan de huida será que tú vayas por la izquierda y yo por la derecha. Nos encontramos en el mercado, ¿vale? -dice y asiento.

Mientras se había armado la gran discusión del siglo ante la duda de si ya no éramos vírgenes, nos levantamos lentamente sin ser vistos, caminamos sigilosamente por cada extremo, lo observo de reojo y capto lo estúpido que es como para chocarse contra una pequeña mesa de patio que contenía vasos de vidrio. Claramente se hizo todo añicos.

-¡Están huyendo! -dice Derek para arruinar nuestra huida.

¡Maldito traidor!

Cody me lanza una última mirada para luego entrar corriendo a la cabaña, detrás de él lo siguen Lucy y Gini pisándose los talones entre sí. Alex y Mel se acercaron a mí como alma que la lleva el diablo y me tomaron de mis hombros para luego derribarme en el poco césped que había.

-¿Perdiste tu virginidad? -preguntan ambas alarmadas.

-Cumpliré 20 años en mes y medio, es normal, creo. -digo indiferente.

-¡Hablamos de tu divina pureza en la fraternidad Tiffany! ¡Ahora no tendré mis dulces diarios! -grita dramática la chica de cabellera azul.

-¡No soy una niña! Además ustedes la perdieron más jóvenes que yo, no tienen derecho para hacerme esto. -me remuevo para zafar del agarre.

-La rubia tiene razón, hacen mucho drama para hablar únicamente de alguien a quien se la metieron. -dice Derek mientras me ayudaba ante la locura de mis amigas.

-Tú no lo entiendes Derek, ella es como nuestra virgen María pero con otro nombre. El que haya perdido la virginidad es como si el día de mañana la iglesia me diga que José tuvo sexo con María y de ahí nació Jesús. ¿Entiendes mi punto? -dice la chica del cabello azul lo más dramática posible.

-Mel, te hemos dicho miles de veces que no mezcles a las religiones en las discusiones sobre la virginidad de Tiff. -dice Alex.

-Ex virginidad. -dice Derek.