★¡Bienvenidos a los domingos de sonrojos fácil!
❤Que te den Méndez. La señora Larsson en multimedia ↑↑
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Cody's POVMe aburro... me aburro... ¡ME ABURRO! Por Dios, no puedo estar tan aburrido.
Estoy solo en la habitación ya que a esta hora las chicas están en clases y Lyna quiso ir a darse una ducha, pero ese "dar una ducha" significa "no aguanto más y necesito tocarme" lo pude sentir, se pone rígida cuando no se complace sexualmente. Así que me dejó solo en lugar de hacerme compañía hasta que alguien llegara para luego recién irse a manosearse toda. Además tampoco tengo teléfono ya que el mío lo está usando Tiffany, ¿que si me molesta que lo use? Claro que no, no tengo nada que ocultarle, no tengo charlas con chicas fuera de la fraternidad ni fotos eróticas o porno. Soy un chico puro y limpio.
¿Puro Cody? ¿Seguro?
Sí consciencia, ahora vete a fijar si ya puso la marrana.
Observaba el techo, era realmente interesante el leve movimiento que ocasionaba el ventilador ante el viento que entraba por la ventana. Ventana cual usaré si sigo con tanto aburrimiento. Mejor pensaré, no tengo nada bueno en qué pensar pero es eso o lanzarse por la ventana.
Bien, lo único que tengo para pensar son problemas, por ejemplo, en mi familia, en Marian, en Sophie y su fraternidad, en mi odio a Kybalyon, en que no jugaré en el equipo hasta vaya a saber uno, en Megan, en mi suspensión que me atrasa en clases, en la ansiedad de Tiff a querer revelarme la verdad pero que a la vez cambia su estado de ánimo y la hace llorar. Es por estas cosas que los rubios no pensamos.
Cuando estaba por volver a repetir miles de veces lo mucho que me aburro, alguien golpea la puerta.
¡Gracias Jebús!
Doy un leve grito invitando a pasar y la puerta se abre lentamente. La persona tarda unos segundos para entrar hasta que por fin lo hace. Era una señora, no llegando a los 40 aún, muy bien vestida y con aire superior. Les presento a mi madre.
¿¡Qué te hice Jebús para merecer esto!?
-¡Oh, Cody! Que alegría el haberte encontrado. -dice con su intento de aire maternal.
-¿Qué haces aquí? No te quiero ver. Ni a ti ni a tu esposo. -digo con un aire frío.
El silencio se apodera de nosotros, el ambiente se tensa y lo único que se oye segundo después son sus tacones resonando por toda la habitación hasta llegar al asiento que se encuentra al lado de mi cama. Se posiciona en él y empieza a acariciar mi mano.
-Soy tu madre Codd, ¿por qué no me dejas de tratar así? -pregunta algo enojada y triste a la vez. Rara.
-¿Y tienes el descaro de preguntar? ¿En serio mamá? -digo molesto.
-Sí, necesito saber qué fue la cosa imperdonable que hice para que me trates así, esa cosa que cambió a mi alegre niño en lo que es hoy en día. -veo como fuerza para soltar una lágrima falsa. Y sé de lágrimas ya que soy todo un marica cuando me propongo y lloro en serio. Mamá sólo actúa.
-¿Quieres saber? Bien, te lo diré. Jamás te voy a perdonar que hayas defendido a Marian antes que a mí, que la adoraras más a ella, que la defendieran en todo, por no haberme ayudado. -digo alterado y al borde de las lágrimas. Pero no lloraría frente a esta mujer.
-Dejaste paralítica a Marian, claro que iba a estar de su lado más que nada. -dice mamá soltando otra lágrima.
-¡Porque ella quería volver a hacerme daño! Además no sabía que esa silla estaba ahí. Yo no quise hacerlo, solamente tenía 11 años y nadie me proporcionaba su ayuda mamá. Me dejaste sólo cuando más te necesitaba... -hago todo lo posible para que no me de ningún ataque por recordar a Marian como siempre me pasa.
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17 problemas (Sin corrección)
Teen FictionCody Larsson es un chico inteligente, tímido, de familia millonaria. Su pasado lo atormentará y sus miedos tendrán que ser enfrentados tras el mayor error que cometerán sus padres... Tiffany Tacchi, una chica responsable, inteli...