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[35] La maldita verdad.

Tiffany's POV

Cody se ha ido hace una hora, no he dejado de llorar aún, tal vez lleve 4hs llorando por lo que sucedió.

Mi cabeza reposa en el pecho de mi mejor amigo, él también estaba mal, Mel había recibido un mensaje de su padre diciendo que debe partir hacia Rusia mañana mismo junto a su hermana, no había explicación alguna, era una orden explícita, de las que se deben cumplir sin protesta alguna. Meredy la debe tener más presionada de lo normal.

Me pican los ojos, aún caen lágrimas de ellos a pesar de todo lo que he llorado, pero Derek dice que eso es mejor a que me guarde el gran dolor que siento.

Si les da curiosidad saber lo que pasó se los diré:

Todo está relacionado con mi hermana Star y una Lucy abriendo la boca para contar toda la... la maldita verdad...

*Flashbacks*

Nuestro día estaba siendo perfecto, Cody a cada instante muestra que es el mejor novio del mundo.

El picnic fue perfecto, trajimos oreos y las galletas rellenas favoritas de Cody así que mi rubio estaba feliz. También trajimos jugo de durazno que es el favorito de ambos. Todo era perfecto.

-¿Te he dicho que ese traje de baño te queda perfecto? Seguramente el que lo eligió te conocía a la perfección. -dice mientras me tomaba de la cintura y robaba un beso. Yo no pude evitar reír en medio del beso.

Sí, este traje de baño me regaló un día para malcriarme.

-El que me lo regaló tiene muy buen ojo para su novia. -digo divertida y él frunce el ceño pero no puede evitar reír.

-¿Novio? ¿Acaso tienes otro? No recuerdo haber dicho que yo te regalé. -no puedo evitar soltar una carcajada. Es un idiota.

-Te amo novio. -digo mientras me apego más a él.

-Te amo novia. -dice y nos fundimos en un dulce beso.

El hambre nos había atacado y decidimos dejar nuestros juegos de playa para ir a alimentar nuestros estómagos o se volverían unos monstruos y devorarían la humanidad. Principalmente el de Cody. Mi novio me daba de comer en la boca como una niña cosa que me divertía, también ponía algunas oreos en su boca para luego darme de tal manera. Desde ese segundo de mi vida, mis besos favoritos fueron los de sabor a oreos con un extra de Cody. Yo también intenté hacer lo mismo con sus galletas pero se me desarmaban por completo y no podía. Él se reía de mí muy divertido y me enseñó cómo hacer para que no se rompa, ¿acaso se puede ser más perfecto que Codd Steven Larsson que sabe dar perfectos besos dulces con galletas? 

Ya satisfecho de haber jugado en el agua y haber tenido ese dulce almuerzo, nos recostamos en los toallones que trajimos, él me atrae por la cintura y siento como rápidamente su respiración empieza a ser ligera. 

Se está quedando dormido. 

Empiezo a pellizcar su mejilla para que no duerma, sé que hoy despertó temprano, pero igual, anoche no nos quedamos hasta tarde como para que se canse ni nada. 

-Mierda Tiffany, tengo sueño. -dice refunfuñando. Ruedo los ojos y me siento soltando con brusquedad mi cuerpo del suyo. 

-Has lo que quieras Cody, por lo visto no te importa para nada nuestro día. -digo malhumorada y al borde de las lágrimas. Al instante de aquellas palabras, siento como sus brazos me atraen a su pecho. -Suéltame, ya no quiero nada. -digo mientras me remuevo en sus brazos pero no logro zafarme. 

-Venga, no te enojes, dime lo que quieres hacer y lo haremos, a la mierda mi sueño. -dice depositando un sonoro beso en mi mejilla. 

-¿Para qué? ¿Para que luego estés de malhumor? No, gracias. -suspira con pesadez y nos tumbamos en la toalla.