[75] ¿Cómo perdonar?

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Lizz's POV

Abro mis ojos con pereza encontrándome con el perfecto pecho de mi chico. Anoche fue la mejor de todas luego de la terrible tensión que sufrimos por horas, nuevamente, después de tanto tiempo, volví a ser la chica de David, y se sintió más especial que nunca, con sus dulces palabras y sus suaves caricias. Lo amo, joder, como amo a este chico.

Luego de todo el drama y cuando al fin llegamos a Kybalyon, David no quería soltarme, también se le había quedado un poco del miedo que yo tuve, pero supe disimularlo con ayuda de mi cansancio mental. Me ayudó a cambiarme -algo sin sentido para lo que se venía-, me quitó el maquillaje, y en el momento que ya estuvimos en la cama, el presidente alfa mandatario de todas las fraternidades, más varonil que se hace respetar ante cualquiera, se quebró.

*flashbacks*

David se aferra más a mi cuerpo de lo que lleva la noche, el suyo empieza a temblar, sumamente tenso, con cada músculo rigido. Siento humedecer mi hombro, el mismo hombro donde se encontraba su rostro escondido.

¿Dave...? — no termino de formular mi pregunta cuando él me interrumpe.

Cállate Lizz, quiero quedarme así por favor. — murmura y automáticamente me petrifíco.

Esto era impactante, ¡David Andrew West llorando! David no llora ni aunque se le despeine o rompa su peine favorito, ¿¡por qué llora ahora!?

David, mírame. — le pido pero él solo niega. Suelto un bufido. — Hazlo o me iré al departamento de mi primo. — insisto esta vez con una advertencia.

Mi castaño levanta su rostro de mi hombro para mirarme como se lo pedí. Sus marrones ojos estaban tan cristalinos que dolían verlos así, no es su brillo propio, no es el brillo de mi David West. A tal punto que mis ojos se cristalizan más.

No sé qué haría si me alejan ahora de ti. — murmura con la voz temblorosa.

No, cariño. — tomo sus mejillas con delicadeza, como si se tratase de un muñequito de cristal. Se lo ve tan desolado. — yo estoy aquí, bien y contigo.

En un momento creí que no. reprocha formando un divertido puchero del cual me es imposible no sonreír.

Me encanta tenerte a mi lado. — corto la distancia entre nuestros labios para besarlo con tanta intensidad que pudiese curar este maldito sentimiento negativo.

Estoy detestando en grande ver a David así, mí Dave, ¿qué hicieron con él?

Lizzy... — me nombra con ilusión. — luego de lo que pasó... nos pasó. Lizz, ya no quiero mantener esto en secreto. — sus ojos mostraban total seguridad, seriedad y ansiedad.

La respiración se me detiene, mi piel se eriza y siento como todo a mi alrededor se vuelve de hielo cuando la franca pregunta de David resuena en el aire penetrando con intensidad en mí.

Quiero ser tu novio oficial Lizz, que lo nuestro real como cualquier pareja, ser vistos por el campus agarrados de la mano, besarnos en cualquier lugar sin importar que seamos descubiertos, que nuestras fraternidades se acostumbren a nuestras presencias no porque seamos amigos con beneficios, sino porque somos pareja, novio y novia, que tenemos sentimientos. Lizzabel Lucero Haynes, ¿quieres ser mi novia oficial?

Una gran sonrisa aparece en mis labios y sin dudarlo me subo a él besando sus labios como nunca antes lo había hecho, la emoción predominaba cada hueso de mi esqueleto, estaba siendo completamente feiiz mi alma ante aquellas palabras.

17 problemas (Sin corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora