[80] Las festividades de los problemas (parte 3)

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Derek's POV

La mejor fiesta de año nuevo sería como siempre organizada por Liam, y creo que este año la rompería mejor que nunca por el simple hecho que el año pasado estuvo en rehabilitación. Todos los panthers están emocionados, siempre amaron las fiestas de Usignger, y yo en algún momento también, hasta que la envidia fue mayor y simplemente prefiero no dar más mi opinión sobre el asunto.

Mi motivación de ir a la fiesta era tan poca, en la escala del uno al diez sería un menos cuatro. Este año no estaré con Mel como siempre, ella era la primer chica que me follaba en el primero de enero, pero por pendejo eso no volverá.

Otra tortura de este año es que mi mejor amiga está encerrada con unos locos las veinticuatro horas, con visita restringida y medicamentos más diarios que comida. Extraño a Tiffany, demasiado para ser franco, fué destinada mi mejor amiga desde nuestra primer clase compartida, cuando ambos éramos tan nuevos, aprendimos tanto juntos y compartimos siempre todo lo bueno. Recuerdo cuando ganamos la presidencia de nuestras fraternidades, estábamos tan emocionados como niños chiquitos que recibieron su primer juguete, inexpertos aunque con la presión familiar. Tiff tenía aún a su hermana mayor en la fraternidad que estuvo en el sitio de presidenta; y yo, bueno, tenía a Liam que siempre me trató como su hermano y a Jake, pero lamentablemente lo competitivo no me permitió aprender algo sobre ellos. ¿Por qué no puedo ser un excelente presidente como Liam y Jake?

Mis malos pensamientos se esfuman llevándome a uno de los momentos más especiales que me sucedió hace tan solo dos días, uno de los que jamás me esperaba vivir a los veinte años; ir al ginecólogo con Megan. Su reacción al enterarse aún sigue causándome una sonrisa genuina.

*Flashbacks*

La confesión de Meg fue más pesada de lo que nos esperábamos, hubo bofetadas, gritos, llantos y ahora nos estamos quedando en el departamento de Jake y Keel. El señor Teixeira estaba tan enojado cuando su pequeña confesó que sería madre soltera que le insultó de una manera tan cruel, al punto que se le olvidó el hecho de que trataba de su hija, ahí fue donde sus hermanos saltamos a defenderla, pero mamá fue la sorpresa de la noche cuando dijo que no aceptaría a una zorra en su casa.

Veintinueve de diciembre marcaba el calendario, es jueves y hoy llevaría a mi revoltosa hermana al ginecólogo, la verdad me sentía muy preocupado, no quiere comer nada desde el sábado y se la pasa vomitando, no quiero que mi sobrino tenga problemas en su crecimiento.

Oigo pasos acercándose a la cocina, inclino mi cabeza para fijarme de quién trata y sonrío cuando Megan se adentra a ésta área del lugar.

— Buenas, ¿cómo amanecieron? — le pregunto preocupado acercándome a ella para depositar un beso en su sien y dejar un tazón con frutas picadas frente a ella.

— Hola. Vomitando, no tengo apetito. — aparta el tazón de ella y frunzo el ceño.

— Come, Megan. — acerco un tenedor con fruta incrustada en los dientes acercándole a su boca como si se tratase de un bebé.

— No quiero Derek, no me siento bien. — corre su rostro para evadir la comida y retengo mi enojo por su puchero.

— No es si quieres, Megan Teixeira, es que debes comer, estás embarazada y debes alimentar al bebé. — la regaño haciendo que su puchero sea mayor.

— El bebé sólo me causa problemas. — murmura y mi respiración se vuelve pesada intentando contenerme, odio que se comporte como una niña.

— Ese bebé es mi sobrino y tu hijo, quiera o no, así que come Megan, dentro de una hora debemos salir. — suelto lo menos enojado posible.

17 problemas (Sin corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora