— Vaya, vaya, miren qué tenemos aquí. — Dice un castaño de ojos marrones no tan oscuro. Ginebra, Alex y Lizz lo miraban con desprecio, Megan con confusión y Tiffany con... ¿Miedo?— ¿Qué diablos quieres, David? — pregunta Lizz con asco en cada palabras. El tal David se acerca a ella tomándola de la barbilla y sonríe de forma burlona. Ella automáticamente aparta la mano de él dándole una bofetada. — no me vuelvas a tocar, ¿vale?
— Cody, llévate a Tiffany de aquí, ahora. — me susurra Ginebra en el oído tomándome por sorpresa y asiento.
Lizz, Alex y Ginebra quedaron enfrentando a ese chico que no tenía remota idea quién era, Megan ya había huido antes de la orden de Ginebra y yo llevaba a Tiffany arrastrada de la mano conmigo. No sé realmente qué habrá pasado por su cabeza para quedar en ese tipo de shock al ver a ese muchacho. Me doy la vuelta para ver a la rubia y veo que empieza a acelerar su respiración. Nos detenemos y la atraigo a mí. Esta situación me recuerda a una que ya había pasado con Mark.
— Oye, Tiffany, mírame a los ojos. — le digo sosteniendo sus mejillas pero ella empezaba a negarse en abrirlos. — ¡Tiffany, que me mires! — le digo con la voz elevada acariciando sus mejillas con las yemas de mis dedos. Al igual que Mark lo hizo conmigo.
Jodido pasado.
Tiffany empieza a abrir lentamente sus ojos, los tenía cristalizados y a punto a llorar pero no lo hace. Me observa fijamente a los ojos y no sé cómo reaccionar. Ya no había nadie en los pasillos porque las clases ya comenzaron, éramos sólo ella y yo. Sentía algo raro dentro de mi estómago, algo que nunca antes sentí. Algo que sólo Tiffany me hace sentir.
— Tiffany... — digo en un susurro. Nuestros rostros se iban acercando lentamente.
— Cody... — dice de igual manera. Ya nuestras bocas estaban a centímetros para que se pegaran.
Miraba sus labios y ella los míos, a cada cercanía los íbamos acercando creando roces entre ellos.
Esto se siente raro y perfecto, la verdad solamente había besado a una sola chica en mi vida y fue por un juego, pero esto es realmente diferente. Realmente hermoso.
Cuando nuestros labios estaban a punto de unirse, escuchamos un grito bastante familiar.
— ¡Larsson! ¿Qué diablos crees que haces? — dice Ginebra en su tono autoritario.
Nos separamos Tiffany y yo con la mayor de las vergüenzas. Realmente rojos. ¿Qué estábamos a punto de hacer?
— Te pedí simplemente que te la llevaras a clases, no que anden a los besos. Además sabes que tienes prohibido tener este tipo de relaciones con ella. — dice echando chispas y lleva su mirada a Tiffany. — y tú también sabes que no puedes tener este tipo de relaciones con Larsson, lo prometiste. — le dice con decepción en sus palabras.
— Lo siento Ginebra, las cosas se me fueron de las manos. — digo con la miraba en el suelo realmente arrepentido.
— Pues que no se te vuel... — y antes de terminar la frase es interrumpida por la rubia.
— No le reproches Gini, la única culpable soy yo por querer hacerlo...
Esperen, esperen, esperen... ¿¡Tiffany quería besarme!?
Las mejillas de la rubia estaban que se incendiaban, la castaña soltó un suspiro y volvió a hablar pero esta vez más relajada.
— Cody, vete a clases, hablaremos luego este tema. — asiento pero en lugar de irme inmediatamente, espero a lo que le dirá a Tiffany. — Tiffy vámonos a la casa, te saltaras las clases hoy. — ella asiente y se marchan por el camino contrario al mío.
ESTÁS LEYENDO
17 problemas (Sin corrección)
Teen FictionCody Larsson es un chico inteligente, tímido, de familia millonaria. Su pasado lo atormentará y sus miedos tendrán que ser enfrentados tras el mayor error que cometerán sus padres... Tiffany Tacchi, una chica responsable, inteli...