Cody Larsson es un chico inteligente, tímido, de familia millonaria.
Su pasado lo atormentará y sus miedos tendrán que ser enfrentados tras el mayor error que cometerán sus padres...
Tiffany Tacchi, una chica responsable, inteli...
— ¿Podemos dormir abrazados? — pregunta y quedo atónito. Empiezo a ponerme nervioso y noto que ella se está dando cuenta de eso, poniéndola nerviosa también. — pe-perdón...
El que tartamudee, esté muy nerviosa, temerosa, me hace sentir muy raro, esto es demasiado nuevo para mí. Pero por algún extraño motivo... quiero que sea eterno.
— Cla...cla...claro que...que puedes. Ve...ve...ven... — digo dejando el libro en la mesa de noche, me acomodo mejor en la cama y estiro de forma ingenua mi brazo, haciéndola reír un poco. Eso es bueno, así se ve más linda.
¿¡Qué diablos me sucede!? Nunca en la vida me sentí de esta forma tan ridícula, además no sé qué pensar ante todo esto, necesito ayuda y sé perfectamente a quién pediré. Pero este no es el momento.
Las horas pasaron y la chica que estaba a mi lado se encontraba plenamente dormida. No paraba de observarla, aunque a la vez quería dejar de hacerlo. Es que, ¿qué pasaría si entra alguna de las chicas? O aún peor, ¿qué pasaría si entra Ginebra? Eso sí que sería mi muerte plena, es muy notorio que ella sobre protege a Tiffany y a Megan, si me ve con ella seguro me dejará sin herederos.
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Los rayos de Sol empiezan a entrar por mi ventana dándome directo en la cara, molestando bastante, me froto los ojos para abrirlos lentamente. Me empiezo a remover un poco en la cama y siento algo extraño en mi abdomen, me doy la vuelta y cuando veo lo que me está tocando...
— ¿¡Qué diablos!? — grito sorprendido despertando a la persona que estaba a mi lado y que ella también grite de la sopresa. Nos quedamos mirándonos fijamente, desconectandonos absolutamente de todo hasta que alguien abre la puerta rotundamente.
Mierda.
Más mierda.
Rotunda mierda.
Es Ginebra.
— ¿¡Qué demonios pasa aquí!? — grita cerrando la puerta con seguro después de haber entrado. — ¿Por qué mierda estás en la habitación de Cody? — le dice Ginebra a ella. Luego fija su mirada en mí con ganas de asesinarme. — y tú, Larsson, ¿por qué rayos tienes a mi hermanita en tu cama?
Esperen, esperen, esperen... ¿hermanita? ¿Ginebra y Tiffany son hermanas? No se parecen en lo absoluto, pero jamás vi tanta sobreprotección en tan poco tiempo como Ginebra con Tiffany. Con esas miradas, con su forma de tratarle, bueno, es lo que pienso ya que yo no tengo hermanos...
— Yo... yo... este... — no me salían las palabras. Siento que la sangre me falta en el cuerpo con la fulminante mirada de la castaña. Pero mi salvación llega con una dulce voz cerca mío.
— No soy tu hermana. — dice fría, pero también se nota su palidez ante la mirada de Ginebra.
— Ante la ley también eres una Tacchi así que te convierte en mi hermana. Y ese no es el tema de discusión, lo primordial ahora es que alguien me explique el motivo por el cual estás en la habitación de Larsson.
