[79] Las festividades de los problemas (parte 2)

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Lyna's POV

Esta navidad se está volviendo la peor de todas desde que llegamos a Montecito, lugar donde viven la engreída de London y mi adoración Sue. Mis padres no tuvieron peor idea que venir a la casa de mis tíos a pasar navidad, ¿peor? Sue invitó a Nikki para que no pasara sola, ¿saben lo incómodo que es estar con la ex novia de tu mejor amigo con quien te acostaste hace una semana? Pésimo.

Viajo por el inicio de mi instagram viendo como todos mis amigos la pasan genial en sus hogares mientras yo me desintegro en la suave cama del cuarto de huéspedes. Habían envidiables fotos de Amber en Brasil, Charlotte en República Dominicana, Sherry en Francia, las rusas Demidov con poses raras, Pepper casi igual de aburrida que yo, Jenny en las calles de Londres, Alex y Liam cenando solos, Lizz y David en la sala de un hotel, Mark molestando a Cody, todos con navidades geniales menos yo.

Al ver la última foto, decido entrar a stalkear al rubio de Larsson, su última vez en publicar algo fué un día antes de la catastrófica fiesta, nosotros juntos bebiendo chocolate caliente, en su departamento vestidos con pijamas. Esto me entristece tanto, tuvimos tantos momentos en los cuales estábamos provocativos, expuestos, y en el mayor momento de vulnerabilidad fue donde caímos, nos entregamos tan plenos sin darnos cuenta, ¿por qué perdimos el control? Y no sólo el control, también la única e inigualable amistad que supimos crear.

— Éste vestido me hace ver gorda Colin, no quiero usarlo. — se queja la castaña que trajo mi mellizo. Nada más ni nada menos que Cooper.

— Te ves sexy mi cielo, ese vestido fue creado para ti. — le comenta mi hermano. Lamentablemente tenía que compartir habitación con éstos dos.

Sólo para aclarar, ellos no están juntos ni en lo más mínimo, Lucy aún no supera el embarazo de Megan, pero luego de que se llevaran a Tiffany, Cooper quedó desolada, más solitaria de lo que se la puede recordar, así que Colin intenta ganarse su cariño de nuevo con atenciones que antes no las hizo por nadie. Aunque dudo mucho que terminen juntos.

— No quiero usarlo, tus primas se reirán de mí. — la ojiverde continúa con un puchero lanzándose a la cama. Algo en mí se entristece en verla así, tal vez la prefiera mil veces zorra que la depresiva.

— ¡Vamos, Lu! ¿Qué tengo que decir para convencerte? Si quieres te puedo dar la opinión de Ly, ella emana franqueza. — dice el estúpido de mi mellizo lanzándose a mi lado. Cooper levanta su cabeza observándome atenta y no dejo de maldecir internamente por estar aquí.

— Te ves bien, como siempre. — respondo sincera, aunque sin mucho interés.

— ¿Oíste eso? Estás igual de hermosa que siempre, ¡vamos! Lo único que criticarán mis primas es la envidia de no ser tú.

Bien, si estaba apunto de colapsar por el aburrimiento desde que llegué a Montecito, imagínense ahora que debo tolerar a la pareja no-pareja que son los imbéciles éstos. Necesito un milagro...

Los golpes proveniente de la puerta me sacan a la realidad; volteo a ver de quién trata cuando Colin ya estaba abriendo dejando ver a tres de mis primas que no tolero, una de ellas era London.

Aclaro, la única prima que me agrada es Sue, y tengo diecinueve.

London, Michelle y Sasha se adentran como si nada a la habitación de huéspedes, besan la mejilla de Colin para luego sentarse en el sofá de terciopelo que se encontraba aquí.

¡Primis! Nos aburrimos. — reprocha Sasha a mi querido mellizo, tiene diecisiete y es una copia barata de London.

— Pues... — mi hermano se rasca la nuca algo confuso y nervioso. Me lanza una mirada de auxilio para luego señalar a la castaña que seguía en su cama prestada.

17 problemas (Sin corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora