Capítulo 7: Tres familias

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-¡Félix, que se quema!

-¡Mierda!

-¡Quita, anda, quita! ¡No estás ni en la luna de valencia, ni de Pekin, sino en la de Pokon!- Y Daniela le dio un copón a la cabeza de Félix, haciendo que todos sus rizos botasen.

El hombre se apartó de los fogones y Daniela cogió la olla de ostras que había puesto a calentar en agua herviendo para que se abrieran y añadirlas en el aperitivo. Había estado toda la tarde cocinando (o más bien la Cheff 2000) y Alex y ella ya habían preparado la mesa del comedor con velas y pétalos por toda la mesa. Había querido preparar algo especial, algo romántico para toda la familia y que la tensión que había habido esta mañana en el internado desapareciera por amor y risas. Las velas aromáticas con pétalos de rosas rojas de plástico por toda la sala habían hecho un resultado tan perfecto que Daniela se había hasta emocionado, pero después había llegado su hija y había soltado algún comentario que sí tuviera permiso quemaría la habitación entera. Daniela le había pegado un colleja a Alex y ella se había ido del comedor riéndose enseñando su lengua. Pero la directora no le culpaba, ella a su edad odiaba todas esas cosas. Pero con los años ella supuso que la gente iba cambiando, incluso ella. Sí alguien le hubiese dicho a sus diecisiete años que cuando tuviera treinta y nueve estaría casada con el empollón de clase, completamente enamorado de él, con dos mellizos y buscando el tercero, y siendo la directora del internado Las Dominicas, le hubiera dado un ataque de risa que le hubiera durado mínimo un mes.

Pero así era, y adoraba que fuera así. Todo lo que tiene no lo cambiaría por nada. Era feliz tanto en sus altibajos como persona, madre y mujer casada. Y por muchos problemas que estuvieran por venir jamás cambiaría su vida.

-Dani...- La mujer de cabellos dorados se dio la media vuelta y antes de encontrarse a su marido cabizbajo y apoyado en la encimera de la cocina, sabía que era él. Y algo le decía que una conversación no muy agradable estaba por avecinarse.- ¿podemos hablar?

-¿Ahora? Tenía que preparar la mayonesa y tengo que estar concentrada o se me cortará.

-Por favor, es importante.- Daniela miró los ingredientes y la batidora que la estaban esperando. Pero sobre todas las cosas del mundo iba él. Antes que ese chico le diera su primer beso con él ya había conseguido que se tragase su orgullo y estuviera él antes que ella como persona.

-Está bien.- Dijo finalmente Daniela mientras se quitaba el delantal y dejaba ver ante los ojos chocolates de su marido el vestido que había escogido para esa noche:https://www.facebook.com/photo.php?fbid=507021489372856&set=a.499812360093769.1073741827.280473955360945&type=1&theater 

Daniela esperó algún comentario alagador de Félix, pero el hombre de cabellos rizados se había incorporado de la encimera y se dirigía a su habitación de matrimonio. Cuando ella entró dentro cerró la puerta detrás de su espalda. Félix se estaba cubriendo el rostro con sus manos y las ascendió hasta sus voluminosos rizos que por un momento se quedaron encima de su cabeza, hasta que volvieron a su posición inicial: por delante de su frente.

-¿Qué ocurre Félix?

-Algo me dice que me vas a decir que no, pero... necesito que me cambies el tema de la charla.

-Pues has acertado bien.- Daniela se acercó a Félix y ambos se sentaron en su cama doble, dónde dormían todas las noches abrazados y compaginándose a la hora de respirar.- Y sabes que lo hago por ti.

-Lo sé, pero me cambiarás el tema cuando hayas terminado de escucharme y por favor: no me interrumpes.

-Yo nunca te inte...- Daniela se silenció al ver como su chico alzaba sus cejas y se daba cuenta que estaba interviniendo en la explicación de Félix.- Está bien. Te escucharé sin interrupciones y después tú me escucharás a mi con las mismas condiciones ¿entendido?- Félix asintió y sus rizos votaron por encima de sus ojos. Daniela jamás se cansaría de que eso ocurriese.- Te escucho.

Perdona pero, me he encaprichado de ti (Segunda Temporada de PPTVDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora