-Solo serán cinco minutos.
-Pero si estos cinco minutos es cuando los alumnos vienen a la cafetería.
-Solo cinco, cuéntalos.- Esas fueron las últimas palabras de Rubén mientras salía corriendo de la cafetería y dejaba a Valeria sola a punto de recibir miles de alumnos reservando su almuerzo para el descanso de las once.
Hoy Rubén no había tenido la oportunidad de ver a Claire y decirle la sorpresa que tenía preparado esta noche para celebrar su primer cumpleaños como pareja. Aprovechando que ahora era el cambio de clase, el joven camarero se había escaqueado para buscar a su chica y poderla felicitar. Sabía el horario de Claire básicamente porque también se había aprendido el de Alex a principio de curso. Era increíble como cambiaban las cosas en cuestión de semanas.
El chico de metro noventa empezó a esquivar a chavales de la ESO que le llegaban por debajo de los abdominales hasta llegar a la aula 2.15, que era donde se encontraba en esos momentos los alumnos de primero de bachillerato. Des de fuera podía ver el aula medio vacía y sin ningún profesor controlando a los adolescentes hormonados. Cuando Rubén localizó a Claire, sentada en una de las sillas hablando con una chica que desconocía su nombre, la joven también se percató de su presencia y no dudo en salir del aula.
-¿Pero qué haces aquí?
-Felicidades.- Rubén rodeó a Claire por la cintura y después de darle un breve abrazo dejó un beso sobre los labios de esa chica.
-¿Felicidades…?
-No me digas que no te acuerdas de que día es hoy.
-¿Mi santo?
-¡Claire!
-¡Hostia! Espera.- La chica se llevó su mano a la frente y mostró una de sus sonrisas contagiosas.- Es nuestro cumpleaños.
-Y tú te habías olvidado por completo.
-Deberías de saber que vivo en un mundo paralelo y que mi memoria para las fechas es pésima.
-Entonces espero una compensación. Esta noche, tú y yo en mi casa, solos.
-¿Y Valeria?
-Me ha dicho que tiene planes. Supongo que Héctor estará de por medio.
-¿Quieres que lleve algo?
-No.- Susurró Rubén mientras se acercaba al oído de Claire.- Cuando más ligera vengas mejor.- La chica liberó una carcajada y le pegó un manotazo a Rubén por sus palabras.
-Hace un mes podría jugarme la mano en el fuego que tú no eras el típico chico que suelta esa clase de comentarios tan…
-¿Descarados?
-Exacto.
-Y hace un mes nunca pensé que serías capaz de olvidar el día en que te dije que…
-Que solo querías que fuéramos tú y yo.- Terminó de decir Claire.- ¿Ves? Al menos lo esencial lo recuerdo.
Rubén estaba a punto de decir algo, pero la campana avisando a los alumnos que el descanso se había terminado y que debían volver a sus aulas correspondientes, interrumpió aquel rencuentro.
-Tengo que volver a clase.- Dijo ella.- Ni muerta me quiero perder como sigue el franquismo en el 1959.
-Y yo tengo que volver a los cafés.- Respondió él.- Ni muerto me gustaría perder atender a una jauría de alumnos que hacen campana para perderse el franquismo en el 1959.
-¿Nos vemos en el descanso de las once?
-Dudo que Valeria me deje.- Dijo Rubén.- Pero le haré chantaje emocional y seguro que cinco minutos me deja.
