Capítulo 63: ahora y siempre

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-¿A dónde quieres llevarme?

-Quiero que me acompañes a un sitio para hacer algo especial.

-¿Algo especial... en qué sentido?- Ante las palabras de Rubén, la chica de las californianas no pudo evitar ponerse roja y quedarse callada. El chico mostró una de sus sonrisas burlonas y atrajo a la chica a su musculado cuerpo mientras caminaban por las calles de Barcelona, a punto de anochecer por completo.- Me encanta cuando te sonrojas.

-Y a mí me encanta cuando te ríes de mí.

-Percibo el sarcasmo a un nivel más superior de lo normal.

-Para nada.- Claire mostró una de sus blanqueantes sonrisas, haciendo que Rubén al momento se sintiese contagiado. Sin duda esa chica le daba fuerzas para sonreír incluso después de escuchar como su padre había sido condenado a cinco años en la cárcel y como su madre sufría una crisis y que debía de tener un trasplante de pulmón lo antes posible.- Gracias por estar a mi lado, Claire. Has hecho todo esto mucho más fácil y…

-No tienes que agradecerme nada, Rubén.- Replicó ella.- Estoy aquí para las buenas y para las malas. Además, si yo estuviera en tu lugar estoy segura que tú hubieras hecho lo mismo.

-Eso ni lo dudes.- Rubén cogió el rostro de la chica y se inclinó sobre él para dejar un tierno y fugaz beso sobre sus labios.- Tendré que comprarte unos tacones antes que pille tortícolis de tanto mirar para abajo y poderte besar en condiciones.

-O también podrías quitarte un metro de las piernas y ser de mi altura ¿no?- Ante esas palabras, Rubén desprendió una ligera carcajada, sintiéndose extraño por reír después de haber estado constantemente en un ambiente lamentable.- ¿Puedo preguntarte algo?

-Dispara.

-¿Qué has hablado con Alex cuando me he ido?- Esa pregunta dejó sin respuesta a Rubén, dejándolo totalmente desprevenido.- Dime la verdad, por favor.

-Sobre ti.

-Vale…

Los dos siguieron caminando en silencio, todavía abrazados, pero con una cierta tensión que se palpaba en el aire. ¿Qué debía de decirle ahora Rubén a ella? ¿Qué Alex le había insinuado que no la quería como la había querido a ella? De hecho, la chica de la purpurina parecía muy segura que él seguía enamorado de ella, pero eso no era justo. Ella estaba comenzando lo que parecía una perfecta historia de amor de chico malo conoce a chica mala y ambos se enamoran cometiendo locuras. ¿Por qué él no tenía derecho a crear su propia historia de amor? Y ¿por qué él no tenía derecho a ser ese chico malo de Alex?

Pero todas esas preguntas se borraron al escuchar la dulce y comprensible voz de Claire.

-Sé que la quieres más a ella.

-Claire, oye…

-Pero también sé que sientes algo por mí.- Prosiguió ella.- El sentimiento es menor, pero estás intentando que sea ese clavo que quita el clavo de Alex.

-Mi intención no es utilizarte para desenamorarme de ella.

-No me importa que sea así.- Dijo ella.- Lo que no me gusta es que me mientas para intentar no hacerme más daño cuando me está costando bastante aceptar lo que hay. Así es el amor.- Claire alzó su cabeza para encontrarse con los ojos miel de Rubén.- Pero con lo que tenemos ahora me basta.

-Lo siento.

La chica negó con su cabeza y después mostró una de sus sonrisas, pero Rubén se dio cuenta que no era una de aquellas sonrisas que hacían que él también lo hiciera, inexplicablemente. Era una sonrisa triste que intentaba ser feliz. Una de las cosas que más le gustaban de esa chica era su transparencia, todo al contrario de Alex, que no sabías cuando estaba triste o si alguna vez estaba feliz cuando parecía estarlo.

Perdona pero, me he encaprichado de ti (Segunda Temporada de PPTVDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora