Capítulo 40: Llum

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Dos semanas más tarde…

-Que sí, Dante… Él está bien… Te juro que tu hermano está conmigo… Espera, que te lo paso.- Alicia hizo el gesto de pasarle su móvil a su chico, pero él frunció su ceño, dando a entender a la joven que no quería hablar con su hermano. Aunque Alicia persistió y cogió la mano de Neal para dejar encima su móvil y poner una cara de pocos amigos.- O lo coges o se termina la cita.

-Manipuladora perversa.- Susurró Neal entre dientes mientras se llevaba el móvil a la oreja.- Hola… Nada… De verdad, Dan, no ha pasado nada… Ya conoces a mamá, a veces es un poco exagerada… Sí, estoy bien… La he llevado arreglar, me han dicho que para pasado mañana ya estará lista… Vale ¿quieres hablar con Alicia?... Está bien, yo se lo digo… Adiós.- Neal finalizó la llamada y le devolvió el móvil a Alicia, quién tenía una mirada dorada recubierta de curiosidad.- ¿Qué?

-¿Qué me he perdido algo?

-Mi hermano dice que te llamará esta noche. Ahora dice que tiene una reunión con una de las madres del colegio de niños especiales en el que trabaja.

-¿Y nada más?

-Tonterías familiares, pero no hablemos de eso.- Neal cogió a la muchacha de la cintura y la volvió a sentar encima de él, haciendo que quedaran a pocos centímetros el uno del otro. Ambos se encontraban sentados en uno de los bancos de un parque dónde varios ancianos paseaban a esas horas de la tarde y también estudiantes de la secundaria que salían a esa hora de clases.- ¿Sabes algo del juicio del tu padre?

-Estos días los estoy pasando en casa de los Ruiz. Mi madre no es que esté muy por mí y la entiendo, y mi hermano Rubén se pasa todo el día encerrado en la cafetería. Así que me tienen totalmente aislada del tema de mi padre… Supongo que se creen que todavía soy una cría que sería incapaz de entender lo que ocurre.

-O también que te quieren proteger. Créeme, a veces es mejor no saber nada.- Y de nuevo aquella mirada pérdida que Alicia había comenzado a identificar cuando su chico pensaba en el pasado.

-¿Qué es lo que has llevado arreglar?- Neal parpadeó un par de veces y la miró con cara de incomprensión por su pregunta.- Antes por teléfono le has dicho a tu hermano que habías llevado arreglar algo y que estaría listo para pasado mañana.

-Mi bicicleta.

-¿Qué le ha pasado a tu bici?

-Ha muerto. Ha hecho plaff. Y ahora tengo que coger el autobús. Todo un dilema.

-¿Y cómo ha fallecido de forma tan dramática tu bicicleta para que ni tú mismo seas capaz de arreglarla?

 -¿Te acuerdas ayer que llegué quince minutos tarde a nuestra cita?- Alicia asintió con su cabeza, recordando a Neal con la cara roja y que intentaba recuperar su oxigeno mientras se disculpaba otra vez por llegar tarde unas diez mil veces por minuto.- Cogí la bicicleta, no vi un stop y por poco me pilla un coche. Fin de la historia. ¿Te apetece que vayamos a un chino a cenar esta noche? Aprovecha, invito yo.

-Espera, espera y espera.- Alicia impidió que su chico la quitase de encima para levantarse del banco, y se mantuvieron en la misma posición que antes.- ¿Has tenido un accidente y no me has contado nada?

-Con todo el tema de tu tía Daniela no quería decirte algo que pudiera recordarte a ella… Lo siento.

-No pongas la cara de cordero a punto de ser degollado, Neal.- Alicia le señaló con su dedo indice y con el rostro crispado.- Me has vuelto a mentir y es hacer trampa si me pones esa cara.

Perdona pero, me he encaprichado de ti (Segunda Temporada de PPTVDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora