Capítulo 60: bienvenido a mi mundo

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-No, gracias.

-Héctor.- Valeria se sentó al lado del joven y le volvió a tender el sándwich de jamón.- Tienes que comer algo.

-Cuando pueda ver a mi padre y ver que las gilipolleces que dicen los médicos son falsas, comeré.- Valeria reculó y dejó la comida encima del sofá. La muchacha colocó su mano en el hombro del chico y se acercó para besar su mejilla.

-Quiero presentarte a una persona, Héctor.- Esa proposición hizo que el muchacho dejase de observar el suelo y que sus ojos se encontrasen.- Tienes razón. Tú no has pedido mi protección y por más que intente alejarte de mí… es inútil. Me he cansado de construir un muro entre los dos.- La chica se alzó del sofá y le tendió su mano.- Quiero enseñarte mi mundo del todo. Sí tú todavía quieres.

El joven se mostró vacilante y eso hizo pensar a Valeria si estaba haciendo lo correcto. Pero ya era demasiado tarde, Héctor había aceptado su mano y se había reincorporado de su lado. Fue entonces cuando la chica pensó que quizá había sido demasiado tarde hacía mucho tiempo, cuando dejó que ese joven tocase parte de su oscuridad y lo echase de su vida, como había hecho con todo el mundo. Pero la diferencia entre todo el mundo y ese chico, es que era Héctor.

Ambos abandonaron el pasillo donde se encontraba la habitación de su padre, justo donde estaban Estrella y Desiré, esperando a que se despertará. Los dos habían decidido ir a visitar a Diana, que parecía recuperarse exitosamente de la crisis de su pulmón. Había un hombre de barba espesa y de ojos color café, cuidándola y que había mencionado que Alicia estaba de camino. La mujer de cabellos rojizos había agradecido que vinieran a verla y los dos jóvenes le habían sonreído. No estaban dispuestos a decirle que alguien más de su familia estaba ingresado en ese hospital y con una enfermedad incurable.

Después de eso habían pasado horas en la sala de espera, observando por la ventana como amanecía. Se habían mantenido en silencio hasta ese momento. Valeria había estado dándole vueltas toda la noche en como consolar a Héctor, pero lo cierto es que no había nada que decir. Quizá por ese motivo, por la necesidad que observaba en el rostro de Héctor de querer despertar de esa pesadilla, intentaba distraerle con otro mundo. Con su mundo.

Para entonces, los dos jóvenes ya se encontraban en frente de una habitación de la zona infantil. Valeria había olvidado la infinidad de veces que había entrado y salido de esa habitación con el corazón aferrado a su mano, repleto de esperanza y al mismo tiempo, tristeza. La chica cogió aire y abrió la puerta, dejando que Héctor entrase primero.

La habitación estaba recubierta por una gran capa de brillo matutino, dando una sensación de limpieza y de frescura a aquella habitación donde dormía un niño de piel pálida y cabellos oscuros. Valeria observó la confusión de Héctor en sus ojos, así que la muchacha decidió cogerle de nuevo la mano y mostrarle una sonrisa entristecida.

-Él es Lucas.- Susurró Valeria, mientras Héctor volvía a mirar a ese chico con varios cables a su alrededor.- Tenía muchas ganas de conocerte, Héctor.

-¿Lucas…?- La voz del joven sonó vacilante, sorprendida.- Val, él está…

-Lo sé.- Musitó ella.- Está atrapado en un profundo sueño desde hace más de un año y medio.

-¿Qué es todo esto, Valeria?- La voz de Héctor sonó tranquila, como si intentase consolar a la chica. Ambos se sentaron en el sofá blanco que había en la sala, cogidos de la mano.- ¿Por esto cambiaste, verdad?

-Lucas me cambió la vida, sí…- Valeria miró al niño de siete años, con media sonrisa en su rostro.- ¿Recuerdas cuando hice un viaje a Madrid, hace un año y medio?

-Durante una semana te apuntaste a un concurso de repostería.

-Jamás llegué a presentarme a ese concurso, Héctor. De camino a Madrid, estaba conduciendo y me acordé que tenía que decirle a Rubén donde había guardado las llaves de la cafetería, para que pudiera abrirla a primera hora de la mañana. Estaba distraída, buscando el móvil en mi bolso y tuve un accidente de tráfico.

Perdona pero, me he encaprichado de ti (Segunda Temporada de PPTVDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora