-¿Y por qué no te disfrazas de bruja? La cara ya la tienes. Solo tienes que ir a tu casa y coger uno de tus modelitos de guarrilla y listo.
-¿Y tú por qué no te disfrazas de boca con cremallera y la cierras un ratito, niñita?- Alex entrecerró sus ojos mirando iracunda a Claire mientras Rubén y Alicia intentaban cambiar de tema lo más rápido posible. Sí Alicia tenía alguna esperanza de convencerlas para que las dos la acompañasen a comprar los disfraces lo llevaba claro. Aunque por otra parte, había algo dentro de ella, cerca de su corazón, que deseaba que llegase las cuatro para que Neal se presentará en la puerta de su habitación.- ¿Y tú Alicia de que te vas a disfrazar?
-No lo sé.- Contestó ella, ruborizándose por estar pensando en ese chico de los ojos verdes.- Supongo que me compraré el traje más barato.
-Podrías disfrazarte de princesa y Dante de príncipe azul.- Se burló Alex con una sonrisa.- Tendría su lado gracioso.
-¿Dante?- El chico de ojos color miel no había participado mucho en la conversación, sobretodo porque era Alex quién hablaba todo el rato y no se sentía muy cómodo dirigiéndose directamente a esa muchacha.- ¿Me he perdido algo?
-Dante no va a venir a la fiesta.- Susurró Diana cabizbaja e ignorando completamente a su hermanastro mayor.
-¿Y eso por qué?- Inquirió Claire, quién en clase de literatura se había sentado al lado de Alicia y le había explicado toda su historia con aquel chico.
-No lo sé.
-¿No te ha dado un motivo?- Alex abrió sus ojos ligeramente, sorprendida, mientras Alicia negaba con su cabeza en silencio.- ¿Y por qué no se lo has preguntado?
-¡Uff, no lo sé, Alex! No me ha salido preguntárselo. Me ha impactado que me dijera que no y me he quedado sin palabras.
-Pues queda esta tarde con él y pregúntaselo.- Alicia estaba a punto de contestar que iba a quedar con Neal para ir los dos a comprar su disfraz, pero un sonido como el de una alarma de despertador, comenzó a sonar.
Alex se levantó de la silla y de su escote sacó un teléfono móvil. En el rostro de la muchacha al momento se dibujó una sonrisa y se alejó de sus compañeros.
-¿Des de cuando Alex tiene móvil?- Inquirió Rubén, observando cómo Alex marcaba un espacio entre ellos para que no escuchasen su conversación.
-A veces se lo roba a su hermano.- Informó Alicia, pero después la muchacha se dio cuenta que el móvil que sostenía en una de sus manos su amiga era un Iphone, así que descartó al momento que pudiera ser de Ethan y añadió.- Pero algo me dice que ese no es el móvil de Ethan.
-¿Y sí no es de Ethan, de quién es?
-Quizá se compró uno ayer.- Alicia percibió la preocupación de Rubén y en como Claire intentaba quitarle importancia a ese asunto para que su hermano dejase de rallarse. Alicia tenía dos cosas muy claras: que Rubén estaba enamorado de Alex, y que el amor no estaba siendo correspondido como a todos nos gustaría que nos ocurriese.
Alicia iba a decir algo para apoyar a Claire y animar a Rubén, pero Alex volvió a la mesa y recogió sus cosas.
-Voy tirando a clase. Nos vemos luego.
-Alex.- La voz del camarero sonó casi como un susurro, pero la muchacha de cabellos dorados se volteó y se detuvo para mirarle con sus preciosos ojos celestes.- ¿Des de cuando tienes móvil?
-No es mío, me lo han prestado.
-¿Quién te ha prestado un Iphone?- Alex se mordió el labio y comenzó a mover sus pies de forma inquieta. Todos sabían la respuesta, pero igualmente parecía que Rubén necesitaba que Alex le volviera a partir una vez más el corazón.
