-¿Daniela?- La directora al escuchar la voz de Christian, alzó su rostro. Su secretario estaba asomando la cabeza y media parte de su pecho a su despacho con un rostro de desesperación.- La Presidenta del AMPA ha venido a verte.
-Dile que no estoy.- Susurró la mujer de cabellos dorados mientras se quitaba las gafas para la vista que Félix le había comprado años atrás.- O que he muerto, lo que tu prefieras, pero sobre todo no la dejes…
-¡Directora Ortiga!- Una voz chillona y poco divertida sonó detrás de la silueta de Christian.- ¿Es que piensa mantenerme a la espera todo el santo día?- La mujer puso sus ojos en blanco e hizo un gesto para que su secretario dejase pasar a Leonor.
Christian se hizo a un lado y la mujer de cabellos de un dorado oscuro y rizados por encima de sus hombros, de falda de tubo y chaqueta americana, todo a conjunto con su maquillaje excesivo, entrasen dentro de su despacho. Christian cerró la puerta y Daniela se levantó de su silla para acercarse a Leonor y saludarla con un apretón de manos profesional.
-No quería hacerte esperar, Leonor. Discúlpame.- La mujer rozando los cincuenta y con la sonrisa más hipócrita del universo, apretó con delicadeza la mano de la directora. Daniela iba a pedirle que tomará asiento, pero después recordó que era la Presidenta de la Asociación de madres y padres de alumnos y que no le hacía falta esa clase de invitaciones porqué ya se había sentado en la silla de en frente de la directora.- Ahora iba a llamarte por teléfono.
-¿Así? ¿Y por qué era la llamada, querida?
-Para verificarte que hoy serán las charlas. No pudimos contratar a profesionales, pero como ya sabes, tenemos a un claustro magnifico que estará al nivel que necesitan sus hijos sobre los distintos temas de la lista que me pasaste.
-Magnifico, pero no estoy aquí para hablar de algo que ya sé.- La voz de Leonor sonó sabelotodo, y Daniela tuvo que forzar el doble su sonrisa y contar hasta infinito para no cerrarle esa bocaza con la grapadora.
-¿Y a qué se debe tu agradable visita, Leonor?
-Quiero saber qué es lo que tienes pensado para la fiesta de carnaval.
-¿Qué? Carnaval fue el pasado diez de febrero y estamos a punto de entrar en el mes de marzo.
-Y todavía no hemos celebrado esa fiesta por los exámenes finales de los jóvenes.- Exclamó la mujer sorprendida.- Supongo que ya tendrás el local reservado para organizar la fiesta, con todas su seguridad.
-Local…- Repitió la directora pensativa.
-Claro.- Dijo Leonor.- Con su DJ, sus camareros y por supuesto personas que controlen la entrada para que no haya ni alcohol ni drogas. No olvidemos que solo son unos críos de doce a diecisiete años. Oh, y por supuesto no te…
-Leonor.- Daniela le interrumpió antes de que siguiera diciendo ideas.- No he planeado nada.
-Oh…- La decepción en la Presidenta del AMPA se palpó a distancia.- Bueno, no pasa nada. Un despiste lo tiene cualquiera querida. ¿Has estado muy liada con Félix?
-Mi marido está perfectamente, Leonor.- Daniela intentó que su voz sonase lo más pacifica posible, pero se le estaba acabando la paciencia. No soportaba escuchar el nombre del hombre del que estaba enamorada en esos labios hinchados por el botox.- El AMPA me pidió unas charlas, y yo os las he dado con el poco tiempo que me habéis dado para organizarme.
-Oh, querida, no te preocupes. Sé que te las arreglarás estupendamente
-¿Qué?- Daniela alzó una de sus cejas y deseó tener sus gafas para que su cara de indignación se camuflase detrás de ellas y sus cabellos dorados.- Es imposible que me dé tiempo a organizar una fiesta de un día para el otro. Y todavía más con todas las cosas que me has pedido y con un presupuesto que ni siquiera tenemos.