Capítulo 32: Corazones rotos

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-¿Por qué de Robín Hood?- Inquirió Gideon con una de sus perfectas sonrisas mientras se quitaba sus gafas de sol y se las colgaba en su camisa blanca.

-Mi padre siempre me leía ese cuento cuando yo era pequeña, y también porque me apetecía vestirme de hombre.- El chico repleto de tatuajes desprendió una carcajada por la sinceridad particular de Alicia mientras Alex volvía con tres bebidas sin cero alcohol y quejándose por encima de la música.

-Me parece flipante que se planteen hacer una fiesta sin alcohol.- La muchacha disfrazada de presa le entregó los vasos a Gideon y a su amiga.- Me avergüenzo de mis padres por organizar este coñazo.

-Ya pillaste una muy buena el viernes.

-Alicia, estamos a martes ¡Llevó sin emborracharme…!- Alex comenzó a contar con los dedos de su mano derecha como sí se tratase de una niña de cuatro años.- ¡Cuatro días! ¡Cuatro!

-¡Oh, vaya! Entonces que cunda el pánico.- Gideon volvió a reír por el sarcasmo de Alicia y Alex le enseñó su lengua a ambos, indicando que le importaba muy poco lo que pensasen sobre ella.

De hecho, la necesidad de emborracharse y perder la razón de ser era para evitar seguir sintiendo un dolor agudo en el pecho al ver a Rubén hablar con Claire des de la otra punta del local. A pesar de que la sala estuviera repleta de gente era fácil divisar a ese chico de metro noventa y a una joven tan ligera de ropa y que su disfraz era mil veces mejor que el suyo en todo los aspectos. La joven se sentó en uno de los sillones blancos junto con Gideon y enfrente de ellos su amiga Alicia, quién parecía muy animada hablando con el chico de tatuajes.

La verdad es que a Alex no le importaba que Alicia se llevase la atención de Gideon. Era su amiga, confiaba en ella y además conocía sus gustos. Y estaban muy lejos del prototipo que era Gideon. Además, esa noche era la noche en que terminaría su relación con el chico de los tatuajes. Haría su jugada de siempre y después no volvería a saber nada más de él. Justo como había pasado con los doscientos noventa y nueve chicos que tenía una foto de recuerdo de cada uno de ellos.

La joven dejó de prestar atención a su mente y se dio cuenta que ambos la estaban observando. Alex se destensó y miró a los ojos dorados de su amiga.

-¿Qué?

-Estamos debatiendo que me harías sí me liase con Gideon delante de tus narices mientras tú pasas de nosotros.

-¡No estoy pasando de vosotros! Y a ti no te haría nada, pero a ti.- Alex lo cogió por el cuello de la camisa y percibió el aliento de Gideon más cerca de ella.- Te depilaría con cera caliente los huevos sí te enrollases con mi amiga. Eso si Neal no te los arrancase antes de un puñetazo.- La última frase no se la dijo mirando al joven, sino a Alicia, quién frunció el ceño al momento.

-No empieces con ese cuento otra vez, Alex, por favor.- Alicia recostó la espalda en el respaldo del sofá y tomó un poco de su bebida anaranjada.- Él no haría nada sí yo me liase con otro y no le culpo. Tiene novia y la…

-¿Y la quiere?- Interrumpió Gideon mostrando una de sus sonrisas que ocultaban más de una emoción de diversión.- Solo conozco a Neal de haber jugado con él en el mismo equipo en un partido de fútbol, pero no hay que ser un genio para darse cuenta que ese chico solo siente un cariño por esa chica, nada más.

-Va disfrazado de príncipe azul por ella… ¡De príncipe azul! -Exclamó Alicia, dándose cuenta que decirlo en voz alta era mucho más doloroso que pensarlo dentro de su cabeza.- Y Dante ni siquiera se ha molestado a llamarme desde ayer por la mañana…

-Pero a ver.- Alex se despegó ligeramente de Gideon y se inclinó hacía la dirección de su amiga.- ¿A ti quién te gusta: Neal o Dante?

La joven se quedo callada y apartó la mirada de la pareja. Sin duda Alex era una experta para hacer las preguntas acorralantes e imposible de escapar de ellas. Alicia se encogió de hombros y empezó a acariciarse la trenza que le llegaba por la altura de sus pechos. Estaba claro que para la muchacha era más sencillo hacer una derivada que responder esa pregunta.

Perdona pero, me he encaprichado de ti (Segunda Temporada de PPTVDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora