Capítulo 43: Astro, luz, día y estrella

852 32 0
                                    

-Lo sé, Cristian… Sí, le diré a Ángel que se pase antes por el despacho de Daniela para repasar contigo la agenda del día… Leonor puede decir lo que quiera, no está dentro de los presupuestos del colegio organizar unos Juegos Olímpicos en el internado… Deja los papeles preparados sobre la mesa, nosotros nos encargaremos del resto… Está bien. Gracias, Cristian… Buenas noches.

-¿Otra vez están con los malditos Juegos Olímpicos?- Inquirió el mestizo mientras se dejaba caer encima del sofá y a un lado de su mujer.- ¿Desde cuándo al AMPA les interesa que sus hijos hagan otra cosa que estudiar?

-Desde que Daniela no recuerda ni quién es y no hay nadie que le diga que no a esa mujer lo suficientemente claro para que deje de insistir.- Desiré dejó el teléfono encima de la mesita y se llevó sus manos a sus sienes para masajeársela.- No sé como Daniela podía llevar esta vida tan estresante…

-Lo último que debes hacer es estresarte, Desi. Eso no es bueno para el bebé.- Ángel se acercó a su mujer y acarició con ternura la barriga de Desiré mientras dejaba un camino de besos por su hombro.- ¿Por qué no te tomas mañana el día libre? Yo me encargaré del internado.

-Mañana tienes tres horas de clases y las otras tres tendrás que sustituir a Diana y a Adam.

-Cierto… Mañana es el juicio.

-Me gustaría tener el poder de dividirme en muchas Desirés y poder ayudarlos a todos… Sobre todo a mis amigas…

-Ya lo estás haciendo. Estás evitando que Las Dominicas se transforme en la dictadura de Leonor y has llevado varios álbumes con fotos de vosotras tres de pequeñas para que Daniela intentase recordar algo. Y por no decir que Diana está eternamente agradecida con nosotros por cuidar a Alicia durante estas dos semanas.

-Igualmente… siento que las estoy fallando. Me gustaría pasar más horas con ellas… Recuperar a mis amigas…

-Cuando todo se tranquilice ya tendréis tiempo de iros de compras como los viejos tiempos. Seguro que Daniela se adaptará rápido e irá recuperando la memoria con el tiempo.

-¿Y si no lo hace?- Inquirió Desiré con la voz quebrada. La mujer de cabellos oscuros había pensado muchas veces en la respuesta de esa pregunta, pero jamás se imaginó que sería capaz de mencionarla en voz alta y estar esperando una respuesta.

-Lo hará.- Aseguró Ángel mientras estrechaba con dulzura sus manos con las de su mujer.- Daniela siempre ha sido la más persistente de la tres y estoy seguro que no dejará de intentarlo hasta recuperar todos sus recuerdos.

-Ese es el problema… Esa chica que he visitado todos los días se parece a Daniela… pero no es ella. No es mi amiga que conozco desde que llevo pañales. Y me da la sensación que tampoco se esforzaba mucho por querer recordar algo de lo que le explicaba.

-Todos necesitamos saber quiénes somos y dónde pertenecemos, Desi. Y Daniela no va a ser una excepción. Tarde o temprano necesitará respuestas y nos pedirá que volvamos a explicarle quién es ella.

-Gracias, Ángel… Siempre tienes las palabras adecuadas para hacerme sentir mejor.

-Eso lo aprendí de la mejor, ángel mío.- El mestizo se acercó a la mujer de ojos esmeralda y depositó un tierno beso sobre los labios de su mujer.- Por cierto: felicidades.

-¿Qué?

-Hoy nuestro pequeño hace ocho meses.

-Menuda memoria tienes…

-No te creas. Estrella me lo ha recordado al llegar a casa.- Esas palabras hicieron reír a Desiré y segundos más tarde también a Ángel, quién se había sentido contagiado por la particular risa de su mujer.- ¿No crees que esto deberíamos de disfrutarlo por todo lo alto?

Perdona pero, me he encaprichado de ti (Segunda Temporada de PPTVDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora