04: El día más raro de todos

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-¿En dónde carajos está?- pregunté enojada, interrumpiendo la conversación que estaban teniendo.

-Hola, Adam, buenos días.- habló sarcástico mi amigo.

-No tengo tiempo para esa mierda, ¿en dónde se encuentra?- cuestioné ansiosa y algo enojada.

-Pero ¿quién?- preguntó esta vez Aaron.

-Chlo... Chloe...- me llamaba una voz entrecortada- Ya basta, ¿de acuerdo?

Brooke llegó a mi lado agitada debido a que me había estado corriendo por todo el pasillo lleno de alumnos.

-¿Qué ocurre, chicas?- cuestionó, ahora preocupado, mi mejor amigo.

-No, no me detendré hasta encontrar a ese hijo de puta.- le contesté a la morocha, para luego fulminar a mis dos amigos con la mirada- Sé que saben en donde se encuentra Connor, no intenten esconderlo más.

-Connor, debí saberlo.- chasqueó sus dedos Adam.

-¿Qué te hizo ahora?- la voz de Aaron era pesada.

-Me dejó plantada ayer.

Mis amigos se miraron entre sí con unas raras muecas en la cara, para después volver a mirarme.

-¿Ayer se juntarían?

-Para nuestro proyecto, sí.- le contesté a Aaron sin darle importancia.

-¿Y él aceptó ir... Ayer?- Adam frunció aún más su ceño.

-¡Sí, ayer!- exclamé- No sé que es lo que no entienden. Me plantó, mataré a ese maldito.- dije entre dientes.

-Está frito.- comentó Aaron.

-Connor es hombre muerto.- habló mi mejor amigo.

Rodé los ojos.

-En fin, no sabemos en donde está, Chlo.- finalemente me respondió éste último.

Mordí mi labio inferior, pensativa. Idiota, seguro me estaba evitando.

Busqué a mi alrededor, intentando encontrar algo o alguien que me diera indicios de en dónde se encontraba. Y ¡bingo! Había encontrado a la persona indicada.

-¡Liv! ¡Liv!- la llamé, apartándome de mis amigos para acercarme a ella. Ni siquiera me despedí de ellos, pero en serio que necesitaba encontrar a ese engendro del demonio.

-Oh, no...- pronunció cansada Brooke al verme llegar hasta Liv.

-Connor. ¿En dónde está?

-Creo que en la cafetería, ¿por qué?- preguntó confundida ante mi actitud. Ni siquiera la había saludado y me encontraba desesperada. Y, al segundo que había respondido, tampoco le di las gracias, saliendo disparada hacia el lugar en cuestión.

Hoy mi gentileza era nula.

Al llegar a la cafetería, examiné todo el lugar con mi vista. Y allí se encontraba el idiota, sentado en una de las mesas con una chica.

¿Por qué tenía que ser tan mujeriego? Siempre con una chica distinta, todos los días- por no decir a cada segundo-.

Dando zancadas, me acerqué a su mesa para pararme frente a él- y de espaldas a la chica- y posar mis manos sobre mi cintura. Casi momentáneamente, él levantó su vista al sentir una presciencia pero, al ver que esa prescencia se trataba de mí, suspiró cansado rodando sus ojos.

Abrí más grandes mis ojos, incitándolo a venir conmigo.

Debido a su reacción, la chica se dio vuelta para mirarme.

MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora