MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️

35: Morirían si les dijera

CONNOR'S POV

Abrí mis ojos lentamente y me estiré en la cama. No recordaba mucho de lo que había ocurrido anoche con tanto alcohol que había ingerido, pero sentía una rara satisfacción en mi interior.

Al darme vuelta en la cama y verla, finalmente lo entendí. Comprendí porque me sentía tan pleno. Anoche la había besado y ella no se había apartado. Chloe había correspondido a mi beso, luego de plantearme porqué no me quería acostar con ella.

Por supuesto que quería, y eso era algo nuevo para mí. Porque cada vez me iba dando cuenta de que no podía estar separado de ella y sí, tanto pensar me había llevado finalmente a una resolución: Chloe me gustaba, y mucho.

Riley y Liv morirían si les dijera.

Me había costado mucho aceptarlo, pero después de la noche que había pasado con ella, ya no podía negarlo más. Me gustaba.

En realidad, no pasó a nada más que un beso- ya que ella tropezó y cayó dormida en la cama, debido a tanto alcohol en su sangre-, pero aquel fue uno de los mejores y con eso me bastaba.

Sonreí al verla dormir, ella era hermosa.

Rápidamente reaccioné ante mis pensamientos y me senté abruptamente en la cama.

Sí, me gustaba Eco, pero eso no debería estar sucediendo. Aparte, sabía que ella me odiaba con todo su ser y jamás podría llegar a sentir una mínima pizca de amor hacia mí. Lo de ayer había sido por su borrachera, por supuesto, y eso me dejaba un amargo gusto en la boca. Pero todo era mejor así.

Al levantarme y mirar a mi alrededor, pude darme cuenta de que estábamos solos en la habitación. Quizá hasta siempre lo estuvimos y Wyatt pasó la noche con alguna chica.

Tomé el celular de la mesa de al lado de mi cama y mis ojos se abrieron como platos.

¡¡Eran las once de la mañana!!

Eso explicaba porque él no estaba aquí: se encontraba desayunando con todos los demás.

Agarré una camiseta y unos jeans negros de mi valija y me cambié la ropa, mientras la observaba a Chloe dormir.

Esta escena me recordaba a aquel día que nos habíamos quedado varados por mi auto en mal estado y pasado la noche en aquel hotel. Yo parado al pie de la cama y ella durmiendo como un ángel en ella.

La única diferencia era que para ese entonces era un chico confundido y abatido por todos esos nuevos sentimientos encontrados... Y ahora también lo era, pero con unos sentimientos más claros.

Sonreí ante tal recuerdo para luego acercarme a ella, dispuesto a despertarla. Si ya nos habíamos perdido el desayuno, que eso fuera lo único que perdiéramos.

Moví su brazo lentamente, sin respuesta de su parte.

-Eco... Ya es tarde, vamos.

-¿Hmm?

-Arriba, es muy tarde.

-Yo... No. Me duele mucho la cabeza.- se tomó esta misma entre sus manos, aún sin despegar sus ojos.

Reí.- Con todo lo que tomaste era de esperarse.

-Espera...- abrió abruptamente sus ojos- ¿Qué hago aquí? ¿Qué haces conmigo?- sus ojos se abrieron aún más, como platos- ¿Qué hicimos?

Reí nervioso, revolviendo mi cabello.- Si te refieres a que si tuvimos sexo, pues no, no tuvimos.

Eco suspiro relajada y aquello fue un puñal en mi pecho. Realmente, ¿tan malo sería acostarse conmigo? Si todas querían hacerlo, ¿por qué ella no?