49: Por culpa de Chloe Blanchard

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En el momento en el que recuperé la consciencia, en el que luego de una maravillosa noche, finalmente desperté de mi encantador sueño, no pude evitar sonreír, aún con mis ojos sellados.

Anoche había sido fantástico. Creía nunca haber sentido tal atracción por alguien, tanto deseo, ni siquiera con mi antiguo novio, Mike. Con Connor era diferente, siempre lo había sido. No sólo porque empezamos con el pie izquierdo, sino que porque cada vez que estaba a su lado me sentía completamente segura y protegida. Ningún hombre me había hecho sentir eso, ni siquiera había tenido la oportunidad de que mi padre lo hiciera.

No sabía qué pasaría luego de ayer, pero en este preciso momento, no me importaba. Todo era él, él nadie más.

Mierda... Estaba enamorada de Connor.

¿Quién lo hubiese dicho?

Estiré mi mano hacia el otro lado de la cama y, al no sentir un cuerpo a mi lado, comencé a tantear todo el espacio restante de la cama. No había nada. Entonces, abrí los ojos extrañada y me senté, examinando perfectamente cada rincón, en busca de una nota o algo parecido.

Al haber sido mi búsqueda inútil, tomé mi celular de la mesita al lado de mi cama, pero tampoco había ningún mensaje.

No creía que fuese algo para preocuparse, es decir, en algún lado debería estar. Sólo que... Aquí no.

<<Quizá está haciendo el desayuno.>>- comentó mi consciencia.

Y claro. Era mañana, según mi celular las 10:30 am. Seguramente estaba haciendo el desayuno.

Aquel pensamiento ocasionó que una amplia sonrisa se volviera a plasmar en mi cara. Ya podía imaginármelo en mi cocina, sin nada de ropa- tal como anoche- y preparando algún rico platillo.

Me levanté de la cama y envolví mi cuerpo desnudo en la sábana toda salida- debido a la ajetreada noche- para luego salir de mi habitación y emprender mi camino hacia las escaleras. Okey, no sentía olor a café, ni té, ni tostadas, ni cualquier cosa que pudiera ser ingerida en el desayuno. Lentamente, abrí la puerta de la cocina llevándome una gran sorpresa.

Él no estaba ahí.

¿A dónde rayos se había ido?

Bueno, siguiendo con las ideas del desayuno, quizá había ido a comprar algo, debido a que no sabía en donde se encontraban las cosas en mi cocina. Sí, claro, debía de ser eso. Seguro había ido a comprar algo y ya, en un ratito, volvería conmigo, a mi casa.

Me senté en el sillón lentamente y esperé.

Esperé y esperé.

Podría jurar que ya había pasado más de media hora y Connor todavía no se aparecía.

¿Debería preocuparme? ¿Y si le había pasado algo? ¿Debería textearlo? ¿O dejar todo como estaba?

Mierda. Eran muchas preguntas para la ensalada que tenía en mi cabeza en ese preciso momento.

¿Y si él tan sólo... Se había ido?

Aquella idea me heló la piel. No, no podía ser cierto. Él no se podría haber ido, no después de lo que vivimos anoche, él... No podría.

Seguía intentado buscar excusas para su ausencia, pero cada vez me convencía más de que más que una ausencia, era una huída.

Por respeto a mi orgullo, integridad y dignidad, decidí no mandarle un mensaje... A él. ¿Pero quién dijo que no podía mandarle a mi mejor amiga? No tendría que sospechar de nada, sólo preguntaré discretamente si sabía en dónde se encontraba.

MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora