53: Hechos, no palabras (Parte II)

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-Entonces... Llegamos.- anuncié, parándome frente a la puerta de mi casa.

Todo el camino de vuelta junto a Connor fue silencioso. Lograba percibir cierto nerviosismo de su parte, y muchas veces estaba a punto de hablar, pero finalmente cerraba la boca y no decía absolutamente nada.

¿Para qué me había acompañado si no pretendía decirme ni una mísera palabra?

Esto era raro.

-Sí, eso creo...

Se podía sentir la tensión desde millas. ¿No pensaba decirme nada?

-¿No piensas decir nada?

Connor me miró confundido. Idiota.

-Dijiste que querías hablar conmigo. Connor, no hablaste en todo el viaje.

-Sí, yo... Lo-lo siento, es que... Es difícil, no sé como decirlo.- habló nervioso, moviendo sus piernas y rascando su nuca.

Okey, ahora sí me estaba preocupando. ¿Qué sería lo que me tenía- o quería- decirme?

Muy dentro mío, temía que esta conversación se tratase de aquella noche que habíamos pasado juntos. Sabía que tarde o temprano hablaríamos, sólo que no creí que llegaría tan rápido, no creí que sería hoy.

-¿Quieres... Quieres pasar?- le ofrecí, abriendo la puerta de casa- Mamá y Josh aún no vuelven, por lo tanto Toby sigue en lo de mi tía.- comenté ingresando a la casa.

-Lo que significa que... Estaremos solos.- agregó Connor, finalmente ingresando.

La forma en la que lo dijo fue... Extraña. Estaríamos solos, en mi casa... Y lo único en lo que podía pensar era en aquella noche. En que se repitiera. Pero no podía, eso sería un gravísimo error.

-Sí y podremos hablar de todo lo que quieras.- sentí la necesidad de aclarar que veníamos a hablar y tan sólo a eso.

Miller simplemente asintió, pero no dijo absolutamente nada. Bufé interiormente. Esto sería más difícil de lo que creí.

-¿Quieres tomar algo?- le pregunté, dirigiéndome hacia la cocina.

-Si lo hago, vomitaré.- me pareció oír que murmuraba.

-¿Cómo?

-Oh no, nada, no quiero nada. Estoy bien.- intentó sonreír, pero claramente eso fue más una mueca que una sonrisa.

Tras haberme preparado un té con leche, volví hacia la sala, en donde Connor se encontraba sentado en el sillón. Me senté a su lado.

-¿Y bien? ¿De qué querías que habláramos?

-Sí, bueno, acerca de eso...

Rodé los ojos. Oh no, no de nuevo.

Y, sin pensarlo ni meditarlo previamente, abrí la boca y hablé.

-Es de la noche que pasamos juntos, ¿verdad?

Al parecer, mi espontaneidad acerca del tema lo sorprendió, a juzgar por la cara que puso cuando dije aquello. Vi que abrió la boca para contestar, pero decidí comenzar con mi monólogo de meimportaunamierda.

-Mira, Connor... Por más de que lo sigamos retrasando, en algún momento debíamos hablar de lo que pasó. Sé que quizá es algo incómodo porque ahora que somos, bueno, algo como... Amigos, eso lo vuelve algo raro, pero creo que debemos poner todas las cosas en su lugar.- al verlo abrir la boca como por décima vez en la última hora, decidí continuar:- No, déjame terminar. Y justamente como somos amigos, debemos olvidar lo que sea que nos haya pasado esa noche. Yo no siento nada por ti y tú tampoco por mí. Sólo fue un desliz, nos dejamos llevar por el momento, sólo eso. Eso es lo que pasó, y creo que ya es momento de pasar la página, de olvidarlo, ¿no te parece?

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