MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️

57: Las 3 reglas

Cualquier otra chica, estando en el día que estaba yo, estaría más que feliz. Cualquier otra chica, estando a tan sólo un día de su fiesta de graduación, estaría muriendo de la felicidad. Pero sabía que cualquier otra chica, no estaría en la posición en la que me encontraba yo en este momento. Y si llegase a estarlo, estaría igual de nerviosa.

Estaba teniendo unos serios problemas. El principal sería, básicamente, que el día tenía unas malditas 24 horas. ¿Qué acaso no podía tener, no sé, unas 100?

¡Dios! Tenía que hacer demasiadas cosas en muy poco tiempo. ¡Creía que me volvería loca! Ser mujer era realmente algo insano para la salud mental de una persona, en serio. Empecemos por el simple hecho de que ¡no sabía qué rayos me pondría! Al menos no todavía... No quisiera tener que ir desnuda a mi graduación.

Al no tener vestido, por ende, tampoco tenía ni zapatos ni cartera ni accesorios que combinaran, al igual que el maquillaje y peinado acordes.

Lo peor de todo era que tenía que resolver esto YA así mañana podía dividir mi día entre ir a la peluquería, a manicuría, pedicuría, la ceremonia de graduación y dejarme tiempo para prepararme en mi casa. Oh sí, y también ver videos de cómo rayos hacerme el maquillaje que me fuera a hacer. Además de que no tenía ni una sóla palabra del discurso que, como miembro del Comité de Alumnos, me tocaba decir en el baile.

Morir.

Sí, esa sonaba como la mejor opción.

Oh si, y tampoco olvidemos también el hecho que mi padre asistirá con su novia-futura esposa al baile y debía prepararme mentalmente para aquel evento, además de que tampoco tenía un acompañante para él.

Pasaré a explicarles ambos hechos.

Primero, sí, me había amigado con mi papá. La realidad era que le había prometido a Connor que haría las pases con él la primera vez que estuvimos juntos, pero luego de haber estado la segunda vez con él y que todo estuviera bien entre nosotros fue que finalmente me había animado a hablarle. El lunes que llegué junto a Connor al colegio, después de haber pasado todo el fin de semana juntos, le había mandado un mensaje diciéndole que quería verlo. Y ese mismo día, al haber llegado a mi casa tras haber hablado con Tyler, me estaba esperando en la puerta.

Por supuesto que le dije que no lo volviera a hacer, me gustaría evitar el momento de incomodidad entre mis padres si era que mi mamá llegara temprano del trabajo- motivo por el cual no lo invité a pasar a mi casa- y así nos fuimos a la cafetería a unas cuadras. Y hablamos de todo. De mí, de mi vida, mis amigos, el colegio. Y de él, de cómo había conocido a su futura novia- que gracias a Dios no era por la que dejó a mi madre-, de cómo se enamoraron y de cómo era su vida.

Resumiendo, terminé saliendo de la cafetería llorando. Pero ella un llanto alegre, de felicidad. No sólo porque las cosas comenzaban a mejorar con mi padre, sino porque me dijo que tendría una hermanita. El bebé que Alyssa, su novia, tenía en su vientre, era una niña. Y hasta me otorgó el honor de elegir un nombre. Todavía no sabía cual, pero lo pensaría bien, quería que se llamase igual de bello que como sabía que ella sería.

Y ahora vamos al segundo punto: el acompañante.

Por supuesto que quería que ese fuese Connor, pero estos últimos días se estuvo comportando bastante raro y cortante, distante. Y me dolía. Todo estaba tan bien entre nosotros, pero al parecer la felicidad nos duró ¿cuánto? Un maldito fin de semana.

El martes había llegado re contenta y entusiasmada por contarle al idiota ese todo lo que había hablado con mi padre el día anterior y la primera mirada que tuve suya fue seria. ¡Qué le pasaba! Y encima me preguntó con cara de asesino qué es lo que había hablado con Tyler, ¡cuando eso era lo que menos me importaba en ese momento! Si yo le quise contar algo sumamente importante para mí y no pude, lo que era importante para él también tendría que esperar. Entonces me hice la misteriosa y me alejé, pero sin saber las consecuencias que eso traería: ser él quien se alejaba de mí.