MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️

18: ¿Qué rayos pasaba aquí?

A lo lejos logré distinguir el auto de Connor estacionado. Me acerqué a él lentamente, hasta quedar detrás.  Me bajé del auto y me acerqué al suyo. Toqué la ventanilla del copiloto y rápidamente Liv me miró. Al verme, su sonrisa se extendió por todo su rostro. Abrió la puerta y bajó, para luego abrazarme fuertemente.

-Gracias, gracias, eres la mejor.

Yo tan sólo reía.- No fue nada. Aunque debo decir que tu padre es algo duro.

-¿Qué te dijo?- preguntó Connor, saliendo del auto para luego rodearlo y llegar hasta nosotras.

Lo miré con los ojos rasgados, en gesto de disgusto, y hablé:- Bueno, le dije todo lo que me dijeron. Que íbamos a ir a la fiesta los tres juntos pero como yo me atrasé tú me dijiste que tomara tu auto.

-Y te hizo mil preguntas, ¿verdad?- habló cansada Liv.

-Unas cuantas.- reí- Además de que yo no tengo auto y le pareció raro. Al final había pasado que tu madre no le había informado que tú habías llamado para decirles que iría. Entonces, gracias a ella pude irme en paz.

-¡Claro! Yo había hablado con mi mamá, no con mi papá.

-Bueno, pero todo salió bien, ¿no?- abrió sus brazos bien grande Narciso.

-Sí, gracias a alguien.- Olivia me miró y volvió a abrazarme- Ahora vamos, que no quiero que se me haga tarde.

Le pasé las llaves a Liv y ella se las dio a Connor, quien manejaba, y los tres nos subimos al auto de mi amiga.

Fue un camino corto, unos 15 minutos aproximadamente.

-Llegamos.- indicó el conductor, estacionando el auto.

Estábamos en frente de un hermoso restaurant.

-Se ve bien, ¿no es cierto?- preguntó fascinada Liv, refiriéndose al lugar.

-Oh, claro que sí.- respondí de igual manera.

-Bueno, será mejor que entre. Daryl ya lleva esperando mucho.- informó la rubia, abriendo su puerta.

-Bastante que no te fue a buscar a tu casa. Qué se la aguante.- habló algo enojado Connor.

Mi amiga rodó los ojos y se bajó del auto.

-Pueden volverse en taxi ustedes.- dijo, cerrando la puerta.- Ahora... ¡Deséenme suerte!- exclamó, para darse la vuelta e ingresar al restaurant.

-¡Suerte!- grité, pero me pareció que no me había oído.

Luego de eso, un silencio matador se instaló en todo el auto.

-Si quieres me tomo yo el taxi.- finalmente hablé.

Miller negó con la cabeza.- No, Eco. Yo te llevo a tu casa.

-¿Y cómo harás con tu auto?- pregunté, para luego abrir la puerta de atrás del auto y salir e ingresar al asiento del copiloto.

-Una grúa irá por él, ya llamé.

Asentí con mi cabeza y el silencio volvió a aparecer.

-Entonces, ¿el auto lo dejarás en tu casa?

-Sí, quedé con Liv en que si el muy idiota no la traía de regreso, yo la iría a buscar.

Una pequeña sonrisa quiso expandirse por mis labios. La reprimí.

-No sabía que eras tan protector con ella.- compartí mis pensamientos con él.

-Bueno, Liv es como mi hermana.