48: ¿Mariposas? No, elefantes

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Una fuerte punzada se hizo presente en mi nuca e instintivamente llevé mi mano hacia la zona afectada. Abrí rápidamente mis ojos, sorprendido, al sentir un gran huevo allí.

Mierda, sí que me había lastimado.

Pero aquello pasó a un segundo plano cuando mis ojos recorrieron la habitación. Este no era mi cuarto.

<<Oh, ¿en serio? Y dime, ¿cómo te diste cuenta? ¿Por las paredes rosa pastel o el gran poster de Justin Bieber sin remera?>>

No hacía falta la ironía.

Inspeccionando bien el lugar, me senté en la cama. Buscaba algún indicio de en la habitación de quién me podía encontrar, ya que no recordaba absolutamente nada acerca de anoche. Sólo alcohol, a Wyatt a mi lado, a Chloe bailando malditamente sexy y luego... Negro. Un completo y oscuro negro.

La puerta se abrió, produciendo que mi vista se dirigiese directamente hacia allí. Y lo que vieron mis ojos produjo que el corazón se me acelerara.

¿Qué mejor forma de despertarse que con esta vista?

-Oh, bien, ya despertaste.- habló Chloe al verme sentado allí y una sonrisa se plantó en sus labios- ¿Cómo te sientes?- se sentó frente a mí.

-Sólo... Tengo un poco de dolor aquí.- toqué mi nuca. También me sentía muy cansado, el alcohol me había matado - Pero... ¿En dónde estamos?

Eco lanzó una risita encantadora.- ¿No te acuerdas?

Negué con mi cabeza, cabizbajo. Miré detenidamente las manos sobre mi regazo y fue recién entonces cuando me percaté de que no tenía remera puesta.

Oh mierda. ¿Acaso... Era posible que... Nosotros hayamos...

No, por favor, no. Rogaba a todos los dioses que fuera mentira. No porque no me gustara, al contrario, sería el hombre más feliz del mundo. Sino porque, en el hipotético caso de que nos acostáramos, querría recordarlo. No quería que pasara desapercibido, querría recordarlo.

Chloe comenzó a reír. Alcé mi vista confundido.- ¿Y esa cara? ¿En qué piensas?

Hice una mueca. No creía que quisiera saber las obsenidades que se cruzaban por mi mente en este momento.

Blanchard se puso inmediatamente seria. Logré vislumbrar un leve sonrojo de su parte, lo cual la hacía ver más hermosa de lo que ya era, si es que eso era siquiera posible.

-No me digas que... ¡No, Connor, no! Eso no pasó, no nos acostamos, no, no.

-De acuerdo, de acuerdo.- reí- Ya entendí.- Chloe suspiró tranquila. ¿Tanto problema se hacía por el simple hecho de que hubiese pensado eso? ¿Tan mal estaba?- Entonces, ¿qué fue lo que ocurrió?

-Bueno, básicamente vinimos de la casa de Wyatt hasta la mía, nos emborrachamos y terminaste golpeándolo.

Golpeé mi rostro con mi mano. Claro que lo había hecho. Mierda. Le había pegado a mi amigo en su cumpleaños, genial.

-No sé porqué, tampoco quiero saberlo.- alzó sus manos deteniéndome. Reí.- En fin, él te la devolvió y caíste y te golpeaste la nuca con la mesa.

-Y me... ¿Desmayé?

-Sí, digamos. Te saqué la remera y te metí a la ducha, dijiste incoherencias hasta que te traje aquí, a mi cuarto, y caíste rendido en la cama.

Entonces esta era su habitación. Una sonrisa involuntaria se plantó sobre mis labios. Ella me había traído aquí.

-Después Adam vomitó toda la cocina y terminé echándolos. Yo lo dije, al primero que vomitaba, los mandaba con una patada en el culo a sus casas.- tras decir aquello, ambos reímos.

MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora