Ya había pasado una semana desde la última vez que había salido con Connor y era hasta el día de la fecha que nos seguíamos ignorando mutuamente. Evitábamos cruzarnos en el colegio, hablarnos cuando estábamos con nuestros amigos y hasta ni queríamos mirarnos, aunque varias veces había notado cómo me miraba de reojo.
Sí, sabía que era estúpido el haber vuelto al odio- o quizá peor- por una simple discusión que fue, básicamente, idiota. ¡Nos habíamos peleado por si me acompañaba a mi casa! Y la verdad era que me había molestado muchísimo lo que había dicho- o al menos había dado a entender- sobre las mujeres. Pero sabía que no había sido intencional, sólo yo era la culpable que reaccionó como loca. Ese tipo de debates me ponían realmente fuera de control.
Y ahora, todo lo que habíamos logrado avanzar en nuestra relación cayó nuevamente al piso. Era como si un nuevo vaso de vidrio, limpio y sin imperfecciones, cayera repentinamente al suelo, partiéndose en mil pedazos.
Todo podría terminar por una simple disculpa de mi parte, pero era muy orgullosa para hacerlo, como sabía que también lo era Narciso. Si ya había perdido su orgullo una vez por mí, no lo volvería a hacer. Tampoco era como si quisiera que lo haga, aunque siendo honesta prefería que él viniera a disculparse antes de tener que hacerlo yo.
Esto era ridículo, ¿desde cuándo me importaba estar bien con Miller?
Ni yo lo sabía. Lo único que sí sabía era que quería que todo estuviese bien entre nosotros, ya me estaba acostumbrando al Connor bueno.
Un mensaje me sacó de mi ensimismamiento, y muy, pero muy en el fondo, deseé que fuera de él. Pero, al ver el verdadero remitente, mi rostro ensombreció.
¿Podemos hablar? Tengo algo muy importante que decirte.
No planeaba contestarle, pero entonces me llegó una llamada entrante.
-¿Qué?- contesté cortante una vez que llevé el celular a mi oreja.
-Oh, Chloe.- suspiró- Creí que no me atenderías.
-No iba a hacerlo, pero sé como te pones de molesto si quieres algo.
Oí como suspiraba algo triste debido a mi respuesta.
-Chloe, yo...
-No, papá.- lo corté- ¿Qué quieres? Dale.
-Quiero que nos veamos.
-No puedo, ¿algo más? ¿No? De acuerdo, adiós.
Era mentira que no tenía tiempo, era jueves por la tarde y ya no tenía más clases el día de hoy. Me encontraba en el sillón de mi casa lista para una buena siesta.
Estaba a punto de cortarle para volver a relajarme en el sofá, pero él se adelantó.
-¡Chloe, espera!- exclamó- Por favor no me cortes.
Resoplé.- Entonces dime qué quieres.
-Ya te dije, quiero que nos veamos...
-¿Nada más?- reí cínica- Chau.
-¡Hija, por favor! Tengo algo muy importante que decirte, y no puede ser por teléfono. Te lo ruego, mi niña... Por favor.
-¿Mi niña? Tu niña era esa de 5 años a la que abandonaste. Yo ya no soy más tu niña.- dije enojada para luego colgarle, dejándolo con la palabra en la boca.
Tras esa llamada, ¿para qué mentir? Quedé hecha bolsa. Un gran nudo en mi garganta no me permitía hablar y las lágrimas pugnaban por salir de mis ojos.
¿Qué no entendía de que no quería verlo nunca más? Él había tomado la decisión de abandonarnos a mi mamá y a mí hace mucho tiempo, y ahora yo había decidido que no lo quería devuelta. Él ya tenía una familia, y esa no éramos ni mi madre ni yo. Jamás lo volveríamos a ser.
ESTÁS LEYENDO
MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️
Teen FictionMY FUCKIN' CLASSMATE Compartir la misma secundaria que Connor Miller... Podía aceptarlo. Compartir la misma clase que Connor Miller... Podía soportarlo. Compartir el mismo grupo de amigos que Connor Miller... Podía manejarlo. Pero compartir un proye...