Especial: El trabajo práctico

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Nunca hubiera creído ue gracias a un proyecto del colegio llegaría a conocer tanto a una persona y a darme cuenta de tantas cosas.
Connor Miller: mujeriego, vago y bueno para nada... O, al menos, eso era lo que había creído todo este tiempo. Y bueno... Justamente en eso no me había equivocado. Pero logré conocerlo mucho mejor. Connor era gracioso, amable, cariñoso, protector. Él era una buena persona, de esas que podían ser las más densas del planeta, pero que cuando los necesitabas siempre estarían allí para ti. Connor era fiel, y su relación con sus amigos era un claro ejemplo de eso. Te sintieras triste o alegre, él siempre estaría junto a ti, apoyándote, haciéndote reír cuando era necesario y acompañándote en tus bobadas.
Los primeros días del proyecto fueron duros, para qué negarlo. Siempre habíamos llevado como perro y gato y esos días no fueron la excepción. Pero con el paso del tiempo llegué a conocerlo a él, al verdadero Connor Miller. A aquel que estaba detrás de esa fachada de chico malo, popular y narcisista. Al decir verdad, nos volvimos muy unidos. Llegamos a compartir más que una simple buena relación. En Connor encontré un gran amigo, que sabía tenía más en común conmigo de lo que jamás hubiese llegado a pensar. En él encontré una persona en la cual apoyarme, sincerarme y divertirme. Compartimos anécdotas, recuerdos, amigos y secretos. Y no me gustaría hacerlo con nadie más. Connor se volvió una persona muy importante para mí, que con una simple sonrisa era capaz de poner todo mi mundo al revés, pero que también con unas simples palabras era capaz de lastimarme como ningún otro. Él tenía ese poder en mí, ahora lo hace. Y todo por un simple proyecto que creí que sería la mayor pesadilla de mi vida. Gracias a este trabajo, el cual creía tonto e inservible, logré conocerlo profundamente y poder establecer una relación más allá del odio, más allá de la superficialidad. Pude conocer todo lo que estaba en su mente, sus demonios y ángeles, y fui tan afortunada de que él me tuviera la suficiente confianza para demostrármelos. Pero esto fue algo recíproco. Él ahora también me conoce. Sabe todos mis miedos, debilidades, lo que amo, lo que odio, desde lo más tonto hasta lo más profundo de mi ser. Teníamos un pasado con el que nos identificábamos. Un pasado que nos unió demasiado. Y gracias a ese pasado nos dimos cuenta de cuánto necesitábamos al otro en nuestra vida, de que podíamos ayudarnos mutuamente, que podíamos apoyarnos. Descubrimos que, al fin y al cabo, no éramos tan diferentes como pensábamos.
Todos tenían sus altos y bajos, sus cosas buenas y malas. Pero más allá de eso, lo mejor que me había pasado en este año fue, definitivamente, haberlo conocido realmente por su esencia, por todas esas cosas buenas y malas. Conseguí a una persona muy especial e importante en mi vida, una persona que no quería que se fuera de mi lado por un buen rato. Encontré un amigo.
Connor Miller, ahora, era mi amigo.

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Chloe Blanchard.
¿Quién diría que llegaría a escribir su nombre con una sonrisa en mi rostro, en vez de con una mueca de asco? ¿Quién hubiese dicho que gracias a un proyecto comenzaría a llamar a mi enemiga, amiga?
Todo este tiempo había estado terriblemente equivocado acerca de ella. Será gritona, testaruda, orgullosa, querrá tener siempre la razón, la última palabra, pero ella era muchísimo más que eso, mucho más que una simple chica popular, inteligente y linda. Ella era bondadosa, divertida,  con un gran corazón, a la que no le importaba el ser conocida por todo el colegio ni se creía más que otros por ello.
Logramos tener una conexión en este último tiempo que no había tenido con nadie jamás en mi vida. Lo que más nos unió fue el darnos cuenta que la vida de el otro no era tan fácil como quería hacer parecer. Conocí una parte de ella que nunca imaginé que poseía y pude darme cuenta que, a pesar de lo diferente que éramos, había algo que teníamos en común: nuestro pasado. Los dos lo odiábamos... Lo odiamos. Y eso nos unió, muchísimo. Pude contar con ella con ese tema, siempre estuvo para apoyarme, tanto cuando se lo conté como hasta el día de hoy. Ella no me había abandonado, a pesar de que llegué a pedírselo. Y, aunque a veces podía comportarse como una completa perra, ella era una de las mejores personas que tenía en mi vida y, raramente, no quería que eso cambiara.
Logré encontrar apoyo y muchos, muchos, pero muchísimos sentimientos en ella, gracias a Chloe Blanchard.
Con el paso del tiempo, todo se comenzó a mezclar para mí. Estaba confundido. Hasta que logré llegar a una conclusión, y fue que siempre me había sentido de esa manera, nunca la había visto como a una chica cualquiera... Y era que ella no era una chica cualquiera. Chloe era diferente, y lo que antes creía diferente como malo, ahora lo creía como genial, como perfecto. Definitivamente me gustaba Chloe. No, no me gustaba. Estaba enamorado. Enamorado de Chloe Blanchard.
Y, sintiera o no lo mismo que yo, siempre estaría allí para ella, porque principalmente era mi amiga y no quería perder eso. Esto que logramos construir entre nosotros gracias a un proyecto que creímos tonto, fue lo mejor que nos pudo haber pasado, que me pudo haber pasado.
Dicen que del amor al odio hay un sólo paso, ¿verdad? Y Chloe y yo éramos el vivo ejemplo de aquella frase. La odiaba, con todo mi ser. Tanto que cada cosa que ella decía, hacía o hasta miraba me molestaba. Y ahora, cada cosa que dice, hace o hasta mira, era un tesoro. Era algo para admirar. Era algo que amaba.
Gracias a ella conocí lo que es el sentimiento al que todos llamaban amor, con todas las palabras. Gracias a ella llegué a sentir y hacer cosas que antes no hubiese pensado. Hasta hice la tarea, una vez en la vida. Y estaba agradecido de haber comenzado este proyecto, porque de no ser por él, nunca hubiese conocido a la verdadera Chloe, de la que ahora estaba enamorado. Gracias a un trabajo del cual me había quejado tanto y creía tan inservible, nos convertimos en amigos.
Y ahora me preguntaba: ¿qué hubiese pasado si desde un principio nos hubiésemos llevado bien? ¿Qué sería de nosotros hoy? ¿Seríamos tan unidos como ahora, sentiría las mismas cosas? ¿O todo hubiera quedado en una buena relación amistosa?
Si la hubiese conocido bien desde un principio, dejando de lado todos los prejuicios y tontas cosas que creía de ella, si realmente la hubiese conocido bien desde el minuto cero en nuestras vidas, bien sabía que la hubiese querido de la misma forma en que lo hacía ahora. Porque ella sería la misma que hoy, la misma por la que estaba loco.
Sin embargo, no cambiaría absolutamente nada de lo que pasó entre nosotros. Nada. Porque no sabía si todo hubiese resultado igual; con el odio había llegado el amor y creía que ese amor era mucho más verdadero que uno que podría haber llegado desde el principio, porque de esa manera había conocido absolutamente todo de Chloe, tanto lo bueno como lo malo.
Entonces no, no cambiaría absolutamente nada, empezando por este proyecto. El proyecto que me permitió conocerla a fondo, el proyecto que cambió nuestra relación, el proyecto que me permitió enamorarme de la manera en la que estaba enamorado. De ella. De Chloe Blanchard.

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Bueeeeno como ven hice especial, pero distinto a lo que tenía en mente. La realidad es que tenía escritos los trabajos prácticos desde el capítulo de la primera temporada en la que entregaron sus trabajos, pero nunca supe en dónde ponerlos. ¿Y qué mejor que en un especial antes del último capítulo?

Les quiero avisar que el lunes subiré el último último capítulo y que NO habrán más. Es ese y sólo ese. El martes subiré los agradecimientos y dos playlist de cada una de las temporadas, pero eso es todo.

Así que disfruten mucho mucho el último capítulo pooorque no va a haber más.

Último nos vemos el lunes😢👋🏻

MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora