25: Podríamos ser amigos

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Maratón 3/4

El fin de semana había sido la peor mierda del mundo.

Mi papá no se detuvo cuando le dije que me dejara en paz, es más, creía fervientemente que aquello lo incentivó aún más a molestarme, llamándome y mandándome mensajes. 

No se daba por vencido, y eso sólo me dejaba una gran pregunta dentro de mí... ¿Por qué no había luchado así antes? ¿Po qué no había luchado por nuestra familia?

Nunca supe exactamente porque él había ido, sólo sabía que de un día para el otro él y sus cosas ya no estaban. Supongo que fue por Margaret, su asquerosa novia, a la cual no soportaba y jamás lo haría. Tenía como como 20 años menos que él, así que imagínense su edad al haber roto nuestra familia.

Gracias a Dios, tiempo más tarde mamá conoció a Paul, y tuvieron un hermoso hijo, Toby, mi hermano. ¿En qué sentido decirle medio hermano? Él era mi hermano y punto.

Paul era un gran hombre y sabía cuánto la quería. Ya hasta lo consideraba mi padre, había pasado más tiempo con él que con el verdadero, así que...

Para poder, finalmente, alejar a mi padre y todos los problemas que él conllevaba de mi cabeza, comencé a jugar a un maldito juego en el medio de la clase. ¿Por qué a un juego? Porque esta era la única clase que no compartía con mis amigos. ¿Por qué maldito? Pues bueno, era malditamente adictivo.

Cuando sonó el timbre del recreo, me quedé como una idiota sentada en el pupitre, muy concentrada en el juego.

La pelotita iba, la pelotita venía... La pelotita saltaba, la pelotita rodaba... La pelotita giraba y la pelotita... Se estrelló.

-¡Mierda!- mascullé al haber perdido.

Iba a comenzar de nuevo, cuando me di cuenta que ya no tenía más vidas. Genial, tenía que esperar a que ellas se recargasen. Vencida, decidí que era momento de salir del aula e ir al recreo, como debía, pero noté una presencia en la entrada. Me giré hacia allí.

-Oh... No sabía que estabas aquí.

-Recién llego.- respondió con una sonrisa, apoyado despreocupado en el umbral de la puerta. 

Me volví a girar para tomar mi mochila y me acerqué a Narciso, que continuaba mirándome sonriente.

-¿Y esa sonrisa?

Al parecer mi pregunta lo hizo reaccionar, y al instante se puso serio.

-¿Acaso te estás burlando de lo nerviosa que me pongo con ese jueguito?- le pregunté divertida, comenzando a caminar. Me siguió.

-Me río de tu concentración.

-¿Ah, así que sí te reías de mí?- lo miré con una ceja levantada.

-No me burlaba. Te veías lin...- rápidamente se calló, pero sabía perfectamente lo que iba a decir y... ¿Me sonrojé?

¿Me acababa de decir linda y yo me había sonrojado? Eso era nuevo, muy nuevo. Y asqueroso.

-En fin, yo...- rascó su nuca, nervioso- Yo te estaba buscando para proponerte algo.

Lo miré, incentivándolo a continuar.

-¿Tienes planes para hoy?

-Mmm... No.- contesté con el ceño fruncido, midiendo cada palabra que me llegara a decir. ¿A dónde quería llegar con esa pregunta?

-Genial, entonces te llevaré a un lugar.- contestó algo emocionado.

-Y... ¿Por qué?- cuestioné dudosa.

MY FUCKIN' CLASSMATE (1° y 2° Temporada) ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora