Me remuevo incomoda en la cama, ya mi vientre no es para nada plano y el no tener a Damon aquí es más que malo. Hace unas horas se despidió de mí ya que junto a los chicos fueron a comprar algunas cosas para fin de año, que de la casualidad y es en tres días.
Decido ponerme algo abrigado, ya que el frio es más que tremendo en este tiempo. Bajo las escaleras y como algo liviano ya que no tengo mucha hambre, paso la gran parte del tiempo entre películas y llantos (por las películas), si lo sé, soy una llorona. De hecho siempre fui medio sensible, pero con el embarazo soy mucho más. Entonces mi celular suena.
-Hola.-Hola Amelia.
-¡Anton! ¿Cómo estás?
-Bien, llamaba para desearte un feliz año.
-Anton, pero ni siquiera es primero de enero.
-Lo sé, solo necesitaba hablar contigo.
-Anton....yo
-No, no me malinterpretes por favor, es solo que.....bueno ya sabes quería saber del bebé.
-¿Del bebé?
-Sí ya sabes ¿Cómo va todo?
-Va muy bien Anton ¿Cómo está Camila?
-Feliz, siempre me pregunta por ti.
-Es una hermosa.
-Sí, lo sé. Espero y estés bien Amelia.
-Yo igual Anton, hablamos pronto. Cuídate.
-Igual tú.
Cuelgo el celular y me acomodo en el mueble, me percato de que ya son casi las 12:30 así que inconscientemente recargo mi cuerpo en la almohada y me hundo en un sueño profundo.
Unos ruidos me alarman y entreabro un poco mis ojos, pero unas caricias vuelven hacer que me duerma de nuevo.
-Bella.-Mnnn -me remuevo incómoda.
-Bella, despierta.
-Un ratito más.
-Bella, despierta, debes de comer.
-No tengo hambre.
-Vamos Amelia, levántate.
-Sólo si me cargas.
-Amelia -gruñe.
-Ya dije -abro los ojos y lo veo.
-Bien, si eso es lo que quieres -suelto un agudo grito cuando mi cuerpo es elevado entre sus brazos y sonrió feliz cuando los chicos nos ven desde el umbral de la cocina.
-Will -estrecho mis manos como niña y él sonríe y me carga también.
-Eres una pequeña traviesa -besa mi frente y me deposita en el suelo.
-Era mejor en el aire.
-Vamos a que comas pequeña.
-¿Qué compraron?
-Comida Mexicana -miro a Lucas y este alza las manos y sonríe.
-Bien, comeré unas quesadillas.
-¿Qué hora es?
-Casi las cuatro rojita.
-Vaya, sí que he dormido.
-Sí, pareces un oso dormilón rojita, por cierto, tienes corrido el delineador.
Hago un gesto de sorpresa con mi cara y corro al espejo de la sala, pero me doy cuenta de que mi cara a pesar de que he llorado, no está llena de pintura de cara <<Gracias delineadores y rímel anti agua>>
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Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)
RomanceOBRA REGISTRADA: 1805267192111 -Fíjate por donde andas niña - dijo una voz fría cuando uno de mis hombros choco con su pecho de acero. -Lo siento - tartamudee al ver sus enormes ojos grises clavados en los míos. -Sí, como sea - susurro antes de dej...