Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)

Capítulo 46. Los meses con Alexia

Bueno un saludo enorme para ustedes, espero y estén empezando en año con varias metas que a lo largo del tiempo puedan cumplirse.

Feliz día de reyes, en mi país no lo celebramos, pero igualmente quise desearles un muy lindo día.

Ahora sí, comencemos.

----

Su carita es perfecta, sus facciones iguales. Ella es como él pero tan igual a mí a la vez que creo y me es imposible algún día negarla como su hija.

Su mirada es tan gris que no puedo creer que ese color sea tan hermoso en cualquier ojo humano. En estos meses que le he tenido a mi lado ha sido mi mayor soporte, ella es mi única medicina para seguir adelante. Siempre amándola tanto como ella lo hace conmigo.

—Eres una bebé hermosa, hermosa. — le sonrió feliz haciendo burbujas con mi boca en su pequeña panza.

Unos pequeños balbuceos salen de su boca y yo feliz los escucho.

—Te amo bebita pelirroja. Mucho, mucho.

Su sonrisa se extiende y yo estoy que me la como. Mi hija, mi mayor orgullo y bendición, la única persona que me mantuvo fuerte en todo este tiempo.

Las cosas por aquí han estado bien, sigo viviendo en casa de Anton y la verdad es que aunque al principio no lo quise, con el tiempo termine aceptándolo. No veo nada de malo, es como ser un huésped en casa, además de eso el no tener a nadie quien me ayude con Alexia en casa me estaba matando. Anton casi se enoja cuando asumí la mitad de la responsabilidad de los gastos de la niñera, pero si una cosa sé, es que el ser abusivo es malo. Estoy trabando para él así que es lo menos que puedo hacer.

Con Lucas mantengo comunicación, desde ese día con Damon no supe más de él, sino hasta que mi hijo menciono a su padre enojado con él y diciéndolo que si él quería hacerlo lo haga, aunque claro seguramente esas no fueron sus palabras. No lo odio, es más a pesar de todo mi corazón sigue palpitando por él, pero me limito a decirle que eso ya no está bien....¿o no lo sé? . Lucas está casi por terminar su primera temporada en la academia y ya hemos planeado unas vacaciones juntas.

—Maaaaaa — es su única silaba hace meses y yo la verdad me siento feliz de ser llamada así, aunque si mi hija decide aumentarle otra sílaba de esas más una tilde, no me molestaría.

La agarro de su cuna y con cuidado salgo con ella en brazos para sentarla en la cama. Hace un mes que la doctora me dio el visto bueno para sentarla y Alexia muy feliz lo ha logrado, ahora ya puede mantenerse quieta y no es necesario tener almohadas a su alrededor.

—Mi princesita, vamos a bañarte y ponerte guapa.

Con la ropa ya lista en mi cama, coloco a Alexia en mis manos y la desvisto junto a mí. Al principio el bañarla fue una monotonía, pero ahora que ya he agarrado experiencia me baño junto a ella, agradeciendo que ya se puede sentar en su tina mientras yo enjuago mi cuerpo.

Nos bañamos las dos juntas y sonrío cuando su pequeño sapo hace chapoteos cuando mi hija se exalta por el agua. Definitivamente ella ama tomar un baño.

—Vámonos — la agarro y ya la veo fruncir el ceño. — Lo lamento señorita, pero debemos alistarnos.

Sus ojos sollozan y soltando un suspiro empieza a llorar de poco a poco.

—Alexia cariño, pensarán que te hice algo. No seas una lloroncita y dale a mami una de esas sonrisas que tanto me gustan.

Su llanto no cesa y yo cargándola logro vestirla entre pequeños sollozos y risas de su parte.