Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)

Capítulo 67...Mi pequeño

Bailo con mi gran panza de ya cinco meses, mientras preparo un poco de espagueti con salsa de soya. Damon ha salido junto a mi hermano, me enteré sobre un proyecto que tienen juntos sobre el gimnasio y me pareció mucho más fabuloso, al saber que desean abrir algunas franquicias por todo el país. Además de eso, Damon sale a entrenar ya que aunque no me lo diga ama mucho el boxeo como para dejarlo del todo.

Mi pequeña como siempre se encuentra socializando en sus cursos de aprendizaje, mientras yo sigo con mi terapia en casa. Nicolás viene dos veces a la semana y aunque todavía necesito la muleta para caminar largas distancias, mi mano apenas y ha tenido un avance del 10%, pero no me quejo, leí acerca de ellos y me enteré que los avances del cuerpo humano son lentos y tardíos, creo y es verdad.

Pero tengo un secretito, hace algunos días descubrí en la habitación vacía de la casa, algunos lienzos y pinceles vacíos y las manos me picaron; como si mi cuerpo dependiera de eso, mis dedos agiles buscaron más cosas y ahora en mis ratos libres me encierro ahí y pinto, bueno así que se diga pintar...no tanto, al tener la mano derecha molida y la izquierda sana, pero no ser mi mano hábil, ha complicado las cosas. Ahora solo dibujo pequeños garabatos, pero espero en un futuro hacer algo más hermoso.

-Uyy -reprendo a mi vientre cuando una patada sobresale. No hemos querido saber el sexo del bebé, yo sé lo pedí a Damon y me alegró saber que estuvo de acuerdo, últimamente me consiente en todo. Se ha hecho más expresivo y detallista y me vuelva cada vez más loca, pero aun con todo sé que algo me oculta en cuanto a las investigaciones de mi caso. Nunca se supo acerca de la carta y su remitente, sin embargo el caso está a punto de cerrarse, y la verdad no sé cómo sentirme.

Recojo algunas prendas esparcidas de mi pequeña y las coloco en su cesto de juguetes. Alexia se está portando un poco rebelde pero la pediatra nos informó que será así mientras esté el nuevo bebé en mi panza, y talvez después. Mi padre casi se puso a bailar cuando le conté de la llegada de su tercer nieto, y mi hermano, bueno Will miro mal a Damon, pero luego nos abrazó y mi fiel amiga lloró a mi lado. Kara, como me alegra de que este feliz, ahora mismo se fue de vacaciones a Miami y la verdad me alegra saber que por fin puede sentir el amor que yo siento por mí Damon..... y Marcel, mi amigo loco anda muy raro, Damon y Will dicen que es por una mujer y sé que sí. Le deseo toda la felicidad, se lo merece.

El timbre de la casa suena y camino para recibir a mi pequeña, abro la puerta y saludo al señor y la chica del recorrido. Alexia entra a la casa con su pequeña mochila en brazos.

-¿Cómo te fue, cielo?

-Mien -camina a la sala y se quita sus cosas, para luego ir al mueble.

-¿Quieres tú leche?

-No, mami. Men, aquí -señala el mueble.

Me siento junto a ella y la escucho suspirar. Esta cansadita porque hoy era su día de excursión a la piscina. Me siento a su lado y la abrazo a mí, beso su coronilla y la acaricio.

-Se meve, mami se meve -grita al ver mi panza patear.

-Sí, mira -coloco su manita -Es tu ñañito, está feliz de oirte.

Seguimos así por un rato más, hasta que la siento bostezar y ponerme a mi lado. Señal que me dice que se dormirá, la siento en mi pecho y sus ojos se cierran. Me levanto por unos minutos hasta terminar de preparar la comida y una vez lista me siento a su lado. Enciendo la tele y espero ansiosa a Damon, me ha dicho que no se demoraría.....

Mensajeo con mi hijo. Lucas está en sus últimos proyectos, no puedo creer que en solo meses ya será todo un profesional, por esa razón está semana casi y lo he visto, el pobre está hecho loco con todo lo de la academia y casi no tiene tiempo para hablar.

La puerta se abre y Damon y mi hermano entran, me ven con Alexia en brazos y se acercan a mí, Will besa a mi pequeña dormilona y Damon a mí. La dejamos cómoda en la sala y caminamos al comedor. Sin duda alguna me gusta que Damon nunca fue machista, nunca se molesta en servir un plato de comida ni el agarrar una escoba y barrer, el me demuestra que los prejuicios pueden ser destruidos.