Capítulo 45. Enfrentamiento y desenlace

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Miro como Lucas maldice en voz baja y sin malas palabras, su cuerpo convulsiona de las iras.

-¿Cómo lo supo? ¿Por qué lo hizo? Hasta tiene mi nuevo número de teléfono. ¿Cómo lo hizo?

-Lucas, cálmate.

-Él sabe que salí de la academia para venir acá, pero al no tener noticias de mí en estos días, lo sospecha.

-¿Te irás?

-Debo enfrentarlo antes de que averigüe que estoy en casa de tu jefe.

-Pero Lucas...

-Conoces a Damon Amelia, se acabó, nunca más podré salir de la academia. ¡Rayos!

-No dejaré que te aleje de mí -hablo segura. -Me canse de que no me crea. He aguantado todo.

-Mamá, nos estamos arriesgando mucho.

-No me interesa.

-¿Qué pasa? -dice Anton entrando con su maletín y dejándolo en el sillón.

Le trato de explicar lo que ha pasado y un Lucas desesperado baja ya con sus cosas hechas.

-Debo irme.

-No, yo te llevaré.

-No.

-No te pregunte Lucas. -hablo enojada.

-Amelia por favor -trata de converse Anton, pero yo ya estoy buscando a una de las empleadas para que cuide un rato de Alexia.

Cuando finalmente consigo que una de ellas este con mi hija, salgo de la casa con Lucas a mi lado.

-¡Amelia espera!

Corre Anton hacia nosotros.

-¡Espera! -jala mi brazo. -Déjame los llevo.

-Anton no quiero....

-Es mi problema, Amelia. Ahora suban al auto.

El camino de ida es el más tenso que he podido vivir. Nadie habla, solo se oye la respiración de nosotros.

-Hola -contesta Lucas. -Estoy en camino.....Llegaré en unos minutos...solo..solo no hagas nada por favor.

Regreso a ver a Lucas y noto como su mirada luce preocupada y su cuerpo tenso. Los dos sabemos que Damon puede ser letal muchas veces con sus acciones.

-Iré solo -me mira -Mamá, no quiero meterte en problemas.

-No lo harás. No me va privar de verte, esta vez no.

En la calle, Damon esta de brazos cruzados y mi hermano junto a Marcel y Kara se encuentran calmándolo un poco. Su cuerpo esta tenso y maldice en voz alta.

Antes de que pueda hacer algo Lucas se baja del auto y camina hacia ellos, Damon lo ve con furia y camina hacia él gritándole no sé qué cosas. Mi piel se enoja y en un impulso rápido me bajo del vehículo escuchando como Anton grita mi nombre.

Todo parece ir en cámara lenta para mí, la mirada de todos ellos recae en mí y Lucas se da la vuelta sabiendo lo que se aproxima. Sus ojos grises me analizan y sus labios forman una línea recta.

Camino hacia él sin importarme nada y lo miro enfrentándolo.

-Que sea la última vez que le gritas a mi hijo.

Su ceño se frunce mucho más y los huecos de su nariz lucen dilatados.

-¿Qué?

-Que no vuelvas a gritarlo.

Siento la mirada de todos clavada en mí, y sé que de cierto modo les admira que mi vientre redondo ya no esté ahí.

-¡¿Quién te crees?! -arremete furioso que puedo visualizar la vena de su rostro.

-Tú quien te crees, crees que por tener "poder" puedes pisotearnos, te equivocas Damon nunca más, conmigo nunca más.

-¡Lárgate, no te quiero cerca!

-Me importa una mierda, me ha aguantado el mismísimo infierno de ustedes -los señalo. -No me creen ¡Bien!, a la mierda, me da igual, mi hija y yo no los necesitamos. Pero Tú -lo señalo. -No me vas a alejar de la única persona que me ha apoyado en este tiempo.

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora