Capítulo 33. La cena de fin de año

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Elijo un conjunto abrigado para el frio de ahora, en otras circunstancias iría en un elegante vestido, pero por ahora mi comodidad es lo que me importa. Así que elijo algo cómodo y elegante.

—¿Pero que...... — hablo enojada cuando el botón de mi blusa no cierra en la parte de mi pecho.

—¿Todo bien? —pregunta Damon.

—No me molestes —frunzo el ceño y me quito la blusa con tanta fuerza que todos los botones salen desprendidos.

—¡Hey, Amelia ¡ — agarra mi brazo cuando las lágrimas salen de mis ojos.

—Nada me queda —trato de ocultar la verdadera razón por la que lloro.

Agarra mi cara y me la coloca en su pecho y abraza mi espalda.

Debo de inventar algo, no puedo decirle que la verdadera razón por la que lloro, es porque al tener a mi madre cerca, reviven todos esos malos momentos. Que las palabras que me dijo se han quedado tan marcadas que me da miedo lo que pueda hacer, que mientras el dormía en la noche yo no podía hacerlo al pensar en que mi madre está cerca y esos significa que el peligro igual.

—¿Qué pasa? —soba mi cabeza — ¿Qué paso con esa Amelia feliz? ¿Por qué estas de mal humor?

—Son las hormonas. Nada me queda y me veo gorda, hasta la amiga de Lucas me lo dijo

—Ya Bella, calma. Tú y yo sabemos que no es solo eso.

—¿Es solo eso? Prometo ya volver a portarme bien.

—¿Quieres descansar un poco?

—Solo un poco —me acomodo en la cama y el a mi lado

—Sabes, estaba pensando y....bueno como...bueno es decir..yo

—Amelia, solo dilo

—Bueno, como Alex significo mucho para tu vida, me gustaría mucho que nuestra hija lleva una parte de su nombre.

—Eso es......

—¿Está mal?, no hay problema si no quieres.

—Eso me gusta mucho. Que has pensado.

—Me gustaría que se llame Alexia.

—¿Alexia?

—¿Te gusta?

—Me gusta — afirma.

—Entonces ¿Alexia?

—Alexia será. Ahora es mejor que duermes Bella, tenemos dos horas antes de irnos.

—Vale —me acomodo en su pecho —No te alejes de mí —Nunca lo haré.

......

—Amelia......Bella —me mueven.

—Mnnnn

—Levántate Bella, hay que alistarnos.

—Mnnn... vale —me remuevo incómoda.

Empiezo a buscar algo que ponerme y ahí en el fondo de toda mi ropa, encuentro un enterizo que se acoplaba al cuerpo y que me queda. Me lo coloco y me queda muy bien. Me arreglo y alisto para ir a la dichosa cena.

—Vamos Bella .

—Vamos  —  agarro su mano y salimos al pasillo para bajar las gradas y encontrarnos con Lucas y su perra...es decir, su amiga, la cual lleva un vestido más corto que mi misma blusa.

—¿Los chicos?

—Nos esperen allá. Vamos.

Subimos a la camioneta de Damon y salimos de ahí, todo el camino Damon tiene la mano entrelazada con la mía y yo siento una mirada extraña, regreso a ver y la dichosa Valeria me queda viendo y sonríe con ironía;  yo le viro los ojos.

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora