Capítulo 59. ¿Familia?

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POV AMELIA

Algunos pequeños sonidos que no he podido reconocer, hacen que me levante de inmediato.

—¡No! —son los sollozos de esa pequeña, bebe bonita, que durmió junto a mí.

Miro la escena y, Damon, trata de poner su dedo en la boca para que la bebé haga silencio. Me imagino que él piensa que todavía sigo dormida.

La pequeña niña se encuentra sentada en medio de la cama con un biberón en su mano.

—Alexia, debo cambiarte de ropa y de pañal. No me hagas un escándalo, señorita.

Veo en cámara lenta como su biberón es golpeado contra las cobijas y como de inmediato sus ojos sollozan, lo que sigue después me deja anonadada. Alexia, como se llama la bebé, cruza sus pequeños bracitos y le grita que no ¡Que carácter!

Miro como el pecho de Damon se eleva. <<Él, no es un hombre muy paciente>>

—Nos iremos —señala mientras recoge las prendas de la habitación y se coloca sus pantalones y zapatos. <<Acaso durmió a mi lado>>

—¡No, Bashta , Bashta!

Sonrió feliz, está niña, es única.

Sus manitos corren a velocidad mil y en solo segundos está a mi lado. Agarra mi mano y mira con ternura mis ojos en una señal de súplica. Damon, de inmediato nota que estoy despierta y nos ve admirado.

—Bella , ella....bueno como decirlo...

—Es tú hija Mamá —entra Lucas a la habitación con una bandeja de comida.

¿Mi hija? —chilla mi interior.

Abro lo ojos admirada y por un momento recuerdo mi última conversación con Damon <<Esa personita es la mayor cosa que pudimos crear juntos. Cuando la conozcas estarás al igual que yo mismo y no te querrás alejar de ella. Ella no te ha olvidado, siempre te menciona y estoy seguro que volverá a cambiar tu mundo>>

Es ella, ella es mí bebita, mí hija.

—¡Mamá! —dice Alexia, como si entendiera de la que hablamos. —M.Í.A —recalca esas últimas sílabas y Lucas ríe.

—Vales, tuya. —sonríe mientras pasa sus manos sobre sus risos naranjas. Besa mi frente con un típico "Hola Ma"

—No besho

—También es mi mamá, niña peleona.

—¡No!

—Alexia, basta —la regaña Damon.

—No papi —dice ella con una ternura en su voz que es inevitable no reír ni amarla. Pero por alguna razón, el enterarme de que tengo una hija, es como si se llenara al fin esa parte de mi corazón que sabía que existía, pero no la recordaba.

La habitación está en completo silencio, Damon la mira y Lucas igual, es como si algo que ha dicho la pequeña, los tiene consternaos.

—Lo ha dicho, al fin lo ha hecho —exclama mi hijo.

—¿Qué fue lo que dijiste princesa?

Ella solo sonríe mostrándole su pecho y agarra el control de la tele.

—Lola muu

Damon, la mira con tanto amor que por un momento me trasmite alegría a mí...siempre lo hace.

Mi bebita le pide a su padre que le encienda el televisor y el así lo hace. La habitación de llena de sonidos de animales en la granja y a la preciosura de mi lado, parece gustarle.

—Y si desayunamos juntos. Podemos luego hacer un asado con los chicos.

Damon me mira y yo le sonrío.

—Lo haremos — dice.

—Iré a traer las cosas para comer todos aquí.

¿Cómo es que hace unas horas ni siquiera conocía el término de la palabra, madre, y ahora tengo dos hijos?

Damon camina a lado mío y se acuesta sosteniéndome. —Buenos días —no conocía el significado de esa linda palabra hasta hora. Nuestras miradas se cruzan y abrazándome me besa. Esta vez no me niego, sino que actuó, muevo mis labios junto a los de él y varias emociones alegres se cruzan por mi camino.

—Eres lo mejor que me puede pasar al despertar. —besa mi nariz.

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora