Capítulo 24. Extrañándolo y conviviendo son Lucas

14.8K 933 24
                                    

—Bella —habla enojado.

—Te lo juro, ya no estoy llorando —trato de disimular mis lágrimas.

—No me mientas.

—No lo hago, además estaba pensando en ir por un helado con Lucas, suena eso mal.

—Eso suena increíble, lamento no poder estar ahí y hacer que mi hijo conviva con mi mujer.

—¿Tu mujer? —pregunto chistosa.

—Bella...

—Vale no te molesto, gruñoncito.

—Tengo que ir a entrenar, cuidate mucho.

—Igual tú.

Cierro el teléfono y me acerco al cuarto de Lucas, la verdad es que toda esta semana se portó muy mal por así decirlo, sé que no es un niño, pero con su actitud parece que su etapa de niñez—pre adolescencia no ha terminado de pasar, desde que llego apenas y salía del cuarto para comer y aunque Damon intentaba calmar las cosas sé que en el fondo le incomoda esta situación..

Soy su novia y lo quiero, así que considero que lo más prudente es que yo sea la que da el primer paso.

Golpeo la puerta y ya tengo miedo de su reacción.

—Lucas ¿puedo pasar?

—No.

—¿Podemos hablar?

—No.

—¿Quieres ir por un helado?

—No.

—Vale —digo triste ya con lágrimas en mis ojos. Esta situación es tan frustrante.

Salgo de la casa, ya que mi bebé tiene un serio antojo de helado de Almendra y coco y decido caminar un poco, el doctor me ha revisado hace unos días y ya el reposo paso a ser otro cuento, todo está bien con mi pequeño y eso nos hizo más que feliz a sus padres.

Mi celular empieza a sonar y al ver el número de Anton en la pantalla contesto enseguida.

—Hola Anton ¿Cómo estás?

—Amelia que gusto hablar contigo ¿Cómo estás?

—Bien, ya el reposo paso a otro plan, el lunes estaré en la oficina.

—Tómalo con calma, Amelia....Camila, cariño, estoy al teléfono..  "¿Quién es papi?"  — "una amiga"   — .Lo lamento, Amelia mi hija es un poco traviesa.

—No te preocupes, Anton, me alegro sabes que pasas con ella.

—Camila....no

—Hola —suena la voz de una pequeña.

—Hola hermosa.

—Tu eres Amelia ¿verdad?

—Sí y tu Camila ¿verdad?

—Mi papi me ha hablado mucho de ti —me sonrojo.

—Y tu papi también me ha hablado de ti pequeña.

—Oye estamos en el centro comercial, mi papi me va a comprar un helado¿ quieres venir?

—Eso suena increíble pequeña, pero seguramente tu papi quiere pasar un rato a solas contigo.

—No es cierto ¿verdad papi?

—Amelia, lo lamento —sonrió.

—No te preocupes Anton, Camila es una niña hermosa ...—Dile que venga papi –suena su vocecita de fondo.

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora