Capítulo 57. Ella

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Mis ojos se abren sintiendo la luz de la ventana. Casi todo mi cuerpo está atrapado por uno más grande y aun así eso no me molesta.

Lo veo y de verdad que es hermoso. Sus pestañas son abundantes y ese cabello suyo me gusta mucho. Su boca está abierta y pequeños silbidos salen de ahí haciendo un sonido bonito. ¡Que estoy diciendo!.

Bajo mi mirada al sentir mi mano con un cosquilleo fuera de la normal. Cada mañana mi cuerpo amanece así, como si estuviera amortiguado. Debo admitir que eso parece ser bueno para mi salud.

—Hola. —dice su gruesa voz. Subo mi mirada y lo veo examinarme muy profundo. Sus manos atrapan mis mejillas y aplastándolas deposita un beso en mi boca.

>>No hay mejor manera de despertar, que está. —muerde mi labio. Su boca me come por completo y su lengua entra en mí sin pedir permiso. Escucho como un fuerte gruñido sale de parte y algo duro se presiona en mi vientre.

>>Me pones tan duro. —exclama soltando mis labios.

Abro los ojos sin entender lo que dice y no sé porque razón mis mejillas se tiñen de rojo puro.

Su cadera se empuja y sonrió porque después de todo logro sentir. No es algo simple, no es dolor, es....duro. Levanto mis ojos y me topo con esos grises que me intimidan mucho.

—Quiero follarte tanto. —mi boca se abre y sin entender si es algo malo o no sonrió ante su comentario.

—¡Mamá. Mamá......Mamá!. —esos pequeños gritos se escuchan por todo el lugar y en mi desesperación miro hacia la puerta.

—Ya llegaron.

Quiero preguntar quién es, quiero hacerlo. Pero solo me limito a pensar que algún día con ansias conocer a esa peronista portadora de esa vocecita.

El cuerpo de Damon se levanta y mi vista se fija con asombro al gran bulto de sus pantalones.

—Iré a resolver mi problema. Prenderé la tele. —habla señalando el baño. Se pierde en el y mientras miro un programa de MasterChef puedo escuchar como pequeños jadeos salen del baño.

<<Seguramente y se ha caído>>

Porque razón creo que mi respuesta no es la correcta. —pienso al seguir escuchando esos ruidos.

.......

—¿Te duele?

Asiento con la cabeza y Nicolás sonríe.

—Cada vez lo haces mejor. —retira algún aparato de mi pie. Miro la vela y me sorteando al saber que mi pie ha soportado eso.

—Todo está listo para tu baño. Ayúdame a llevarla a la bañera, ya ahí me encargaré de ella.

Soy alzada como una pluma y ya con el agua en mi piel, empiezo a observar mi cuerpo. Mi mano tiene algunas cicatrices que parecen arañazos y algunos morados al igual que mi pierna. Miro el espejo y puedo ver mi cabello, tengo una parte rapada y ahí algunas rayas moradas sobresalen, mi melena ha empezado a crecer a través de ellas, pero aun así las puedo ver. Ava siempre que me peina, logra tapar esos huecos y creo que mi autoestima ha mejorado por ello.

Mi piel es fregada y cuando muevo un poco mi mano ella casi grita.

—Pero mírate. Como haz mejorado.

Ava me trasmite mucha paz, así que solo sonrió y ella enjuaga mi cabello.

Mi baño termina y un conjunto de libra negra y un buzo banca es lo que me han colocado. Peina mi cabello y al ver una trenza larga en el sonrió, maquilla un poco mi cara y me pone un labial rojo.

—¿Se puede?

La voz de mi hermano me interrumpe y junto a él papá entra también.

—Princesa. Que bella estás.

Ava y Nicolás salen cuando dicen que su hora de comer es ahora y dejan la habitación vacía. Will empieza a contarme algunas cosas del lugar donde trabaja que resulta ser un gimnasio y papá me cuenta sobre algunos de sus recientes viajes.

—¿Está aburrido? . —sonrió Will cuando solo miro a la ventana.

Quisiera decirle que sí, pero solo sonrió mostrando mis dientes.

—Nicolás nos contó de tu avance. No sabes lo orgulloso que me siento ahora mismo hija.

Asiento con la cabeza, y el besa mi frente. Sus ojos se dirigen a mi cicatriz y puedo notar sus ojos aguados.

—Eres fuerte Amelia, no sabe lo fuerte que eres.

—Eres la persona más valiente que he conocido en mi vida. Te mereces un premio enana. Mañana vendré a ver si Damon nos deja un tiempo de hermanos. Ese hombre parece no querer salir de esta habitación.

—Me a puesto celoso. —bromea papá y los tres reímos.

Sus mimos son hermosos, adoro saber que hay gente a la que le importo mucho. Mientras Will acaricia mis manos, papá soba mi cabello y yo cierro los ojos. El cansancio en mí, es diario y sin duda alguna me duermo plácidamente. Sé que este es el lugar más seguro.

Abro mis ojos y me encuentro sola en la habitación. Busco a Ava con la mirada pero no parece estar ni ella ni Nicolás.

—¿Cómo estás?. —dice Damon entrando con una bandeja de comida.

>>Hola hermosa. —besa mis labios. —Traje algo que te gustara. —me mira. —Y no soy yo.

Se acerca a mí y me ayuda a sentarme.

—Abre la boca.
;
Lo hago y saboreo algo que es entre dulce y ácido. ¡Es delicioso!

—Son costillas, es algo nuevo pero sabía que te gustaría.

Me ayuda a comer y varias veces repite que mi quiere. No sé cómo sentirme ahora, pero no creo que sea normal que me lo diga siempre.

Damon se pasa toda la tarde mostrándome pinturas muy bonitas. Algunas son artes abstractos y algunos retratos de una niña muy hermosa, me hace más que increíble ver esas obras tan hermosas.

—La artista que eso lo que vez es increíble. Su talento es hermoso..... —me mira. —prefecto.

Deja las piezas a un lado y se acomoda a mi lado, agarrando mi cabeza en sus brazos.

—De lo que nunca me arrepentiré, es de haber temporalizado mi profesión para estar a tu lado. Tú haces que siempre quiere verte. Nunca me quiero alejar de tu lado.. —ríe. —Sigo averiguando que fue lo que me hiciste.

>>Hoy solo quiero estar así, quiero que nos durmamos sólo cuándo nuestros cuerpos estén cansados de tanto hablar.

Sus piernas agarran las mías y en todo este tiempo él se encarga de contarme algunas cosas de mi que hacen que abra los ojos, se dedica a relatar cada momento a su lado, bueno a mi parecer hay cosas que omite, pero mientras tanto soy feliz con lo que me cuenta.

—Y... quiero que conozcas a alguien. Siento que ya has perdido demasiado tiempo a su lado y el médico ha dado el visto bueno.

<<¿A quién?>>

—Esa personita es la mayor cosa que pudimos crear juntos. Cuando la conozcas estarás al igual que yo mismo y no te querrás alejar de ella. Ella no te ha olvidado siempre te menciona y estoy seguro que volverá a cambiar tu mundo.

____

Se acerca el momento en donde madre e hija se reencuentran.

PREGUNTA: ¿Escriben?, me gustaría saber si  mis lectores  lo hacen. Dejen  un comentario sí  así lo hacen.

Un beso enorme
Los quiere

Jos.

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora