Las manos de Nicolás hacen tanta presión en mi pierna que es imposible no hacer una mueca de dolor. Mi pierna está casi presionando mi estómago, así que mi cara de dolor es casi obvia.
—Muy bien. Ahora la otra.
<<¿Qué?, solo con una duele, no se diga con la otra.>>—Lo lamento, pero es parte de la terapia. No me odies, puedo ver a tus ojos haciéndolo.
Abro lo boca, pero lo mejor por ahora es mantenerme así.<< Mi habla no es muy bueno, ni muy fluida, así que no quiero ilusionar a nadie cuando en realidad, esto puede ser así siempre>>La terapia continúa y continúa y yo frunzo mi ceño al ver como parece tardar demasiado.
Nicolás sonríe y yo me enojo más. Esto es estresante, llevo así por semanas y mis piernas, no parecen querer responder ¡Es frustrante!
—Se lo que estás pensando. Y solo te diré que cualquier cosa lleva tiempo. Las cosas pasan por algo y aunque no sé si crees en Dios o no te diré algo: Dios pone las pruebas más grandes a sus más valientes guerreros. No sé si suene lo suficiente ordinario o común, pero créeme que he visto muchos casos en mi vida, que lo único que te puedo decir, es que si esas personas no se rindieron tú no tienes por qué hacerlo.Sus palabras me llegan de lleno y mis ojos se empañan por las lágrimas, es casi imposible no sentirse mal. Es decir ¿Cómo te sentirías si de un día a otro lo pierdes todo?, incluso el habla. Nadie merece eso, nadie merece perder sus recuerdos, esos que guardaste por mucho tiempo y los que al recordar te ponían más que feliz.
Ava entra a la habitación y al verme llorando se acerca para poder limpiar mis lágrimas.
—Chsss, mi niña. Eres fuerte, lo vas a superar, ya lo veras.Mi llanto no cesa y entre hipo e hipo mi cuerpo se estremece. Nicolás y Ava parecen alterarse al verme tan mal. Y es que siendo honestos nunca me he puesto como hasta ahora, parece ser que todo el sufrimiento, el malestar, la depresión y demás que acareaba hasta ahora, han colapsado al fin.
Siento como los dos ingresan una pastilla en mi boca y todo poco a poco empieza a dispersarse, pero mis lágrimas no. Lo último que logro ver y escuchar, es el cuerpo de Damon gritándoles con iras y su cara desesperada al verme así. Quizá después de todo, no debía dejarme tanto tiempo sin él, quizá y me acostumbre a su calor.
........
Unas suaves caricias recorren mi piel y al abrir mis ojos, veo el cuerpo de ese joven....Lucas.
—Hola ma...Amelia. ¿Cómo estás?Muevo mis pestañas aun sin entender que ha pasado.
—Papá ha salido al médico.
Me alarmo. ¿Qué ha pasado?, esperen digo papá. ¿Lucas es hijo de Damon?—Pero, solo ha ido por unos resultados y por algo más. No le pasa nada.
¡Su hijo! Dios ¿Qué edad tiene Damon? ¿Cuarenta?—Ava y Nicolás han salido. Papá casi los mata cuando se enteró que te habían obligado a dormir, Willian y Marcel tuvieron que venir a calmarlo. Papá es difícil a veces, pero es la mejor persona del mundo. Quizá no te acuerdes de esto y estés deduciendo cosas en tu cabeza, pero él me adoptó. Lo hizo cuando apenas eran un joven, me crió desde entonces y pues ahora soy parte de su familia. —me mira. —De nuestra familia mamá.
Mamá, no puedo procesarlo. El acaba de llamarme madre.
—Es difícil, pero más difícil es para mí. Me cuesta llamarte por tu nombre, yo ya me había acostumbrado a llamarte así. —puedo ver como sus ojos tienen pequeñas gotas de agua y mi corazón se estrega, simplemente no puedo verlo así.Sonrió mostrando mis dientes y el limpia la pequeña lágrima que cae de su ojo y agarra mi mano.
—Te extraño mamá, extraño conversar contigo.
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Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)
RomanceOBRA REGISTRADA: 1805267192111 -Fíjate por donde andas niña - dijo una voz fría cuando uno de mis hombros choco con su pecho de acero. -Lo siento - tartamudee al ver sus enormes ojos grises clavados en los míos. -Sí, como sea - susurro antes de dej...