Capítulo 31. Ella no es mala, es un monstruo

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Mi cara arde y ya las lágrimas salen de mis ojos indicándome que todo acabo y que fui descubierta.

-No me digas que este es él padre.

-¡Basta! No permitiré que golpee otra vez a mi mujer -gruñe molesto Damon ante las intenciones de mi madre.

Y cuando miro a mí alrededor todos se encuentran de pie mirando la desastrosa escena y mi hermano esta junto a mi padre, él cual me mira con decepción.

-¿Princesa? ¿Por qué nos lo dijiste? -apunta mi padre.

Yo solo soy capaz de mover mi cabeza, negando lo que pasa y sosteniendo mi mejilla, la cual duele.

-¡Dile algo Arturo, esto es una vergüenza. Mi hija embarazada de un......un don nadie!. Siempre fuiste estúpida Amelia, pero de verdad, no pudiste esperar a abrirle las piernas a cualquiera, eres una vergüenza, una malagradecida, una mujer.....

-¡Basta! A mi dígame toda la mierda que quiera, pero con Amelia no se meta.

-¡Eres un.....

-¡Suficiente ¡ - la regaña mi padre.

-No me iré de aquí sin arreglar las cosas, con esta vergüenza -me señala.

-Lo lamento mamá, pero si llegas a tocar una vez más a Amelia, no serás más bien recibida en mi casa -habla mi hermano abrazándome.

-Mis dos hijos en mi contra, es pero de lo que me esperaba -se hace la victima.

-¿Podemos hablar princesa?

-Mi mujer no se siente bien. Hablaremos cuando se siente mas tranquila y usted pueda calmar a la señora -señala Damon abrazándome y saliendo conmigo en brazos..

Me lleva a la casa y con delicadeza me recuesta en la cama, en donde no soy capaz de hablar, solo de llorar escabullida en su pecho.

-Ya Bella, no llores más. Me parte verte así.

-La odio, no la quiero. Se supone que es mi madre...ella es un monstrou ella.....ella...

-Chschs ¿me dejas revisarte el golpe? -asiento con la cabeza y me siento en la cama con su ayuda, mientras en se arrodilla y revisa mi mejilla, la cual arde y quema y más por los anillos de mi madre en su mano.

Lo veo crujir los dientes y apretar su mano.

-Solo fue un pequeño golpe.

-Esto no luce como un pequeño golpe, se empieza a poner morado -arruga su frente -Mierda Bella, tiene suerte de que sea tu madre, si alguien ajeno te llegaría a poner un dedo encima, estaría bajo tierra ahora mismo.

-Ella no es mi madre. No quiero que lo sea -lloro.

-Ya Bella, necesito que te calmes por favor, les puede hacer mal.

-Quiero, quiero hablar con mi papá.

-Yo estaré presente.

Asiento con la cabeza y me lleva a aun baño y muy delicadamente limpia mi cara.

Después de un rato tratado de calmarme salimos de casa y entramos donde está mi hermano, para encontrarme con Will, conversando con papá y sin los chicos ahí, seguramente al ver la situación se fueron para dejarnos un rato a solas.

-Princesa -sonríe papá y me abraza -Lo siento papá, no quise defraudarte.

-¿Y quién te dijo que lo hiciste?

-Mamá -hablo bajo.

-Mi pequeña princesa me dará el primer nieto, como se supone que me haz defraudado.

-Es una nena -sonrió feliz.

-Entonces con mayor felicidad cuando tu naciste mi niña fue una de las mejores emociones yo amo a tu hermano, pero tu mi niña, fuiste la alegría más grande de la casa, cuando te veía jugar y sonreír tan feliz era el mejor regalo que anhelé y ahora que tendré una nieta, será más que perfecto mi amor.

-Pero mamá........

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora