Capítulo 44. Congeniando

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-Hazlo...hazlo pasar -habla Anton con un poco de ira en su mirada.

Desde el corredor se puede escuchar la desesperante voz de Lucas llamándome a gritos. Alexia quien se encuentra en su portabebés mueve sus manitas como si supiera de quien se tratara.

-Déjalo -dice Anton cuando uno de los empleados jalonea a Lucas

-Ame..... -se calla cuando mira a la pequeña bebé que yace observandolo. - ¡Oh por Dios!, acaso tu...es decir. Yo....¿ella es Alexia?.

-Es tu hermana -siento mis lágrimas empañar mis mejillas y paso seguido como Lucas me abraza.

-Ella, es decir.....Mamá, ella es hermosa.

-Lo es -digo mientras lo suelto. -Ven. Quiero que te conozca.

Me acerco con Lucas de la mano y con un gesto le pido que mire a Alexia, la cual tiene abiertos sus grandes ojos grises.

-Hola Alexia, soy tu hermano. -saluda Lucas agarrando su manito, para paso seguido mi pequeña agarra su dedo como si de él dependiera.

-Ella es una bebé - dice feliz Camila. - es mi compañera de cuarto. O bueno cuando sea un poco más grande. Me llamo Camila.

Lucas me regresa a ver y le sonríe muy contento a la pequeña lorita.

-Soy Lucas, encantado de conocerte pequeña. -estrecha su mano y Camila la recibe feliz.

-Amelia se quedará aquí....ya sabes, por su salud.

Estallo a carcajadas y Lucas me sigue igual ¿Cómo es que una niña de su edad hable así?

-Así que. Lucas -entona Anton -Hola.

-Solo quería verla. Lamento el malentendido.

-No te preocupes, solo que para la próxima mejor la llamas por el celular y ya.

-Es una larga historia -se limita a decir y en el fondo lo entiendo ya que Damon le privo de muchas cosas, por esa razón nuestro medio para conversar tuvo que ser el más antiguo: las cartas.

-Te busqué en el departamento pero el portero me dijo que no estabas ahí. Tuve que casi golpearlo para que me diga la verdad, lo único que obtuve fue que saliste una madrugada con un señor y que no te veías bien. Investigue un poco y supuse que ese alguien debió de ser tu jefe, no sabes lo que me costó averiguar su dirección, pero lo pude -dice feliz.

-Y es por eso que serás un gran detective. Lo sé.

-Papi dile que coma con nosotros.... Es el hijo de Amelia -susurra en su oreja pero para ese entonces creo que ya todos la escuchamos.

-No quiero incomodar, de verdad solo quería saber que mi mamá está bien.

-Eres la única persona que he visto preocuparse por Amalia, Lucas, desde luego que serás bienvenido.

-Bueno yo..

-No se diga más -ordena traer un plato para él y al pasar el rato empezamos a cenar en conjunto.

Sé que Anton se debe estar preguntando varias cosas sobre Lucas, pero también debe saber que no puedo contarle toda mi vida....todavía no.

Cuando la cena finalmente acaba y todo parce ir por buen camino me atrevo a decirle a Lucas que no quiero que se vaya a ningún hotel.

-No lo harás. En todo caso te doy la llave de mi departamento, pero no dejaré que duermas en quien sabe dónde..

-Mamá...

-Se quedará aquí. Hay habitaciones disponibles y no me molesta para nada.

-No quier...

-Nada de peros. Eres bienvenido hoy y siempre.

-Bueno es que.

-Por favor. No seas de rogar.- comento tranquila.

-A quien aprendería -dice Anton y yo le viro los ojos.

Alexia quien se encontraba tranquila en la silla empieza a sollozar y la saco de ahí.

-Iré a cambiarle su pañal...y a darle de comer. Nos vamos más tarde -afirmo viendo a Lucas.

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora