Capítulo 70...Otra bienvenida.

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Camino por la playa junto a la mano de Damon, ya tengo siete meses de embarazo y Damon no parece estar más feliz que yo misma. En cuanto a sus peleas, ha tenido doce, de las cuales ha ganado once.

Alexia está con Kara y su novio, me cae bien, yo siempre quise lo mejor para ella. Dibujo algunas figuras en tierra y veo a Damon caminando hacia mí, luego de su baño en el mar. Me gusta como luce su tatuaje, incluso yo quisiera tener su nombre en mí piel. Lo que hizo me dejo anonadada, nunca creí que me amara tanto como para tener ese primer tatuaje en su piel.

-Ponte bloqueador, te vas a quemar -me regaña.

-Pero es invierno. No está un sol tan fuerte, la nube lo tapa.

-Aun así los rayos UV atacan tu piel, y la del bebe. -dice acariciando mi vientre.

-Igual ya mismo hay que volver. Me gusta Carolina del Sur.

-A mí también ¿Cómo está mi hijo?

-Tratando de no desafiar mi vejiga.

Sonríe.

-Es un niño muy tranquilo, creo que será todo lo contrario de Alexia.

-Leí en un artículo que aunque formas la personalidad de tu hijo en sus cinco primeros años, con el tiempo no será tan parecido a cuando era niño.

-Ya lo veremos -dice besando mi nariz. -Vamos es hora de que comas.

-Pero....

-Nada de peros, debo alimentarte.

-Un ratito más.

-No desafíes mi paciencia, Bella. Debes comer, la doctora dice que tu presión sigue alta.

-No, me quedo aquí.

Lo veo apretar los dientes y sonrió. Su paciencia se acaba en segundos.

-Damon ¿Qué? Ayy -chillo cuando en levanta en sus brazos.

>>! Suéltame!

-Has colmado mi paciencia, no me hables.

-Damon. -hablo con pucheros.

-No me hagas esas caras -me regaña y frunzo el ceño.

-Enójate todo lo que quieras, debes hacerme caso. Si hago esto es porque te amo. Te llevaré al hotel, te daré de comer y luego iremos a tomar un siesta. No me importa mirar tu mala cara todo el día, me importa tu salud y la de mi hijo.

Aunque me gustan sus palabas, cruzo mis brazos y dejo que así me lleve. Anda con esa actitud desde hace dos semanas del último estudio. Pero aun así no cederé, odio que sea tan sobreprotector, simplemente no me gusta.

Llegamos al hotel en unos quince minutos y furiosa una vez que me deja en el suelo camino a la habitación. Saco de la tarjeta y entro ahí. Esto me está empezando a hartar, todo mundo me cuida como si fuera una niña, aunque me alegro que mi familia se preocupen así de mí, me he llegado a cansar. Quiero llorar ahora mismo, siempre es así. Si salgo sola, alguien me acompaña, si pido carne roja, me quitan porque no puedo nada de eso, no puedo comer ni un pastel porque tiene mucho dice ¡es frustrante!

Al rato llega Damon a la habitación con una bandeja de comida. Es un caldo de pollo y una ensalada y salmón, porque vaya ¡no puedo carbohidratos!

-Come -ordena.

Agarro la bandeja y entro a la habitación de hotel de mi pequeña Alexia. En dos semanas tenemos la graduación de Lucas, por esa razón él no está aquí.

Un knockout al corazón ®( EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora