Ella sólo me estaba haciendo estas preguntas porque estaba avergonzada después de descubrir que era un partido inapropiado para su hijo.
—Espero respuestas dentro de poco —le contesté.
Estuvimos de pie incómodamente antes que el Sr. Grey se llevara a su madre.
—Debemos entrar ahora. —Puso su mano en el codo de su madre y la
condujo al santuario.Los vi serpenteando a través de la multitud con algunos asientos disponibles. ¡Al lado de mis padres! Papá estrechó la mano del Sr. Grey y le señaló el asiento de al lado.
El Sr. Grey asintió y lo dejó abierto.
Mi asiento. Justo entre mi padre
y mi muy lindo, muy fuera de los límites, maestro de matemáticas.Me quiero morir.
Tan pronto como escuché el comienzo de la música, supe que era hora de
entrar. Deje el resto de los programas en una mesa cercana y caminé
tentativamente en el interior del santuario. Me deslicé en nuestra fila usual e intenté con todas mis fuerzas no mirar al Sr. Grey. Pero fue imposible, y cuando lo hice lo vi vislumbrar una pequeña sonrisa en sus labios.¿Qué fue eso?.
Rodé los ojos y dirigí mi atención a la gran pantalla en el escenario que puso de relieve las palabras de la canción actual. La nuestra era su típica enorme iglesia sin denominación con sus asistentes portando Starbucks, una banda de la iglesia que le gustaba tocar los éxitos de U2 antes del servicio, y un pastor que siempre usaba jeans.
Él enseñaba más que predicar, lo que me gustaba mucho, nunca había sido el tipo de chica que disfrutara de los sermones ni menos sudar. La iglesia era más un auditorio que un clásico santuario y no había bancos.
Sólo filas y filas de sillas acolchonadas. No hay himnarios. No pasos al frente. No púlpito. Ninguna de las cosas “de las iglesias” tradicionales. Rara vez tomamos la
comunión. Y muchas personas vestidas de manera inapropiada, por lo menos según mi mamá. Ella se puso lívida la primera vez que vio pasar a una chica adolescente usando unos pantalones de chándal con la palabra “Jugosa” plasmada en su trasero.Después de recoger la ofrenda, el Pastor Tom subió al escenario y comenzó su lección. El Sr. Grey no tenía una Biblia, y mientras que los versos se mostraban en la pantalla de enfrente, yo los compartía con él. Otro hábito cliché; cuando ves a alguien sin una Biblia, tu compartes la tuya.
Yo no debería, sin embargo, porque cuando él se inclinó hacia mí para obtener una mejor visión de la
página, olí su colonia. Y me hizo sentir algo que no se suponía que debía sentir el interior de un santuario. O auditorio. Auditorio Santo.Lo que sea.—Así que es realmente sobre opciones comparativas; lo que puedo hacer
versus lo que debería hacer El pastor Tom procedió. — Tenemos la voluntad de elegir. Así es como Dios nos diseñó. El libre albedrío. Todo está permitido. Ve y hazlo. Pero entiende las consecuencias en primer lugar.Aspiré profundamente, casi saboreando la colonia en mi lengua, y quería descansar mi cabeza en el hombro del Sr.Grey.
—Vamos a leer este versículo de nuevo dijo el pastor Tom. —Pablo dice: ‘Todo es permisible, pero no todo conviene. Todo es permisible, pero no todo es constructivo". Así que sí, puedes hacer lo que quieras, ¿cierto? Claro. Pero ¿por qué hacer algo que en última instancia le haría daño? Lo que realmente necesitas
preguntarte a ti mismo antes de participar en cualquier cosa es, ¿Esto es glorificar a Dios o a mí?El Sr. Grey tiene bonitos labios.
—Y por qué no nos lo tomamos completamente fuera del contexto “cristiano” por un minuto
Él continuó.
Me pregunto cómo sería besarlos.
—Si usted cree en Dios o no, las palabras de Pablo resuenan en todos
nosotros. Pregúntese esto; se me permite hacer lo que quiera, pero ¿cómo va a afectar mi vida, mi salud, mis relaciones, mis amistades, mi comunidad? Porque esas cosas importan. Y a menos que usted sea completamente autodestructivo,
Quiere vivir una vida sana, tener relaciones saludables. Quiere lo mejor para su comunidad.¿Qué estoy pensando? ¡No puedo besar a mi profesor de matemáticas!
—Así que, en esencia, eso es vivir "Ventajoso" Explicó el pastor Tom.Pero tal vez podría darle un beso. Sólo uno pequeño.
¿Crees que es una buena idea, Anastasia? Escuché a mi conciencia preguntar.
Quiero decir, ¿no has prestado atención a la lección los últimos treinta minutos?
¿Qué lección?
La lección de no hacer cosas que no deberías estar haciendo. Gustarte tu
profesor de matemáticas, por ejemplo.¡Pon atención! gritó mi conciencia.
Negué con la cabeza y resoplé.
Sólo estaba fantaseando, argumenté.
Y ahí es donde empiezan los problemas.
Al final de la lección, cantamos una canción más. No canté cualquiera de las canciones en el inicio del servicio porque estaba demasiado nerviosa al estar tan cerca del Sr. Grey. Pero no pude resistir la canción de cierre, y al cantarla junto con la multitud, olvidando por un momento que el Sr. Grey estaba de pie a mi lado hasta que mencionó mi canto después de la iglesia.
—Tienes una voz muy bonita, Anastasia.—dijo.
—Gracias.—le contesté, con los ojos clavados en el suelo.
—Si hay un coro, deberías estar en él continuó.
—No hay coro aquí. Es una iglesia contemporánea.— le dije, sonriendo.
—Así lo deduje. ¿Y supongo "contemporáneo" define un lugar de culto que, de ninguna manera, se asemeja a una iglesia tradicional?
— preguntó.—Exacto.—Contesté.
—Es muy furtivo.—dijo.
Me eché a reír.
—¿Furtivo?
—Oh, sí. ¿Haces que esto parezca atractivo y quién puede resistir?.—preguntó.
Instintivamente me alisé el cabello.
Sabía que él se estaba refiriendo a
nuestro servicio de la iglesia, pero la forma en que me miró sugería que estaba realmente hablando de mí. Era la misma mirada. El de la carretera 28.—¿Sr. Grey?
—¿Sí?
—Perdón por ser grosera con usted en la oficina cuando estaba limpiando
mis zapatos.—le dije.—Está bien, Anastasia. Estabas teniendo un mal día.—Respondió.
Me encogí de hombros.—Lavé su pañuelo. Una vez más. Esta vez en el ciclo delicado.
El Sr. Grey sonrió.
—Anastasia, tu no...
—Por favor, tómelo.— susurré, buscando en mi bolso. Le di el pañuelo, y lo tomó de mala gana.
—Si me lo quedo, sólo alentará más llanto.—le dije a la ligera.— Estoy tratando de dejar de llorar tanto.
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Grey El Profesor.
FanfictionAnastasia Steel es una buena chica. sólo comete un terrible error en su primer año de escuela secundaria que le cuesta diez meses de detención juvenil. Ahora es su último año, a perdido todo: su mejor amiga , la confianza de sus padres, el privileg...