Capítulo 87.Te Lo Estoy Diciendo

1.1K 107 4
                                    

—¿Hay algo que necesitas decirme? —le pregunté.

Kate se encogió de hombros.

Ella se me había acercado en el
estacionamiento de la escuela.

Por un instante tuve la esperanza de que quisiera hacer las paces por nuestra amistad, pero la siniestra sonrisa bailando en sus labios me dijo lo contrario.

—¿Por qué estas sonriendo de esa manera? —pregunté.

—Fui al cine este fin de semana —respondió.

—Bien por ti.

—Vi una película a las 9:30 —explicó.

Mi corazón se hundió rápidamente.

¿Cuánto había visto ella?

¿Cuánto sabía?

—Ahora que lo pienso, tú también estabas allí —kate continuó.

La mire hacia abajo, en un intento por asustarla.

No parecía funcionar.

—Los vi a los dos como en una cita.

—No lo estábamos.

—Bueno, vi que te fuiste con él.

—Sí. Me acompaño hacia mi auto. Estaba oscuro a fuera.

Kate continuaba sin inmutarse.

—Él estaba sosteniendo tu mano, Anastasia.

No tenía nada que decir a eso.

—Sin mencionar que el hecho de que antes de que él tomara tu mano,
parecían tener una pelea de amantes.

—¿Una pelea de amantes? —me reí. — ¿Quién dice ahora “una pelea de
amantes”?

Kate se erizo.

—Ya sabes, ¡solía gustarte Anastasia! ¡Te gustaba mi manera de hablar!

—Tienes razón. Lo hacía. Y luego tú decidiste abandonarme en mi último año, por Sophia. Quiero decir, ¿Qué demonios kate? ¡Ni siquiera te caía bien!

—¡Me gustan las personas que son leales a mí!

—¡Nunca te fui desleal!

—¡Fuiste a esa fiesta! ¡Tú me dejaste! ¡No era lo suficientemente genial para ti!

Las lágrimas de kate brotaron en una violenta explosión.

Ella quería que viera cada una de ellas mientras me miraba.

—Nunca pensé que no fueras lo suficientemente genial para mí—dije suavemente. —Cometí un error. ¡Un error! ¡La gente comete errores!

Kate se limpió la cara y respiro hondo.

—No juegues como si fuera así Anastasia. Estabas buscando una razón para deshacerte de mí. Ya no querías tener una amiga impopular. Para ti fue bastante fácil usar esa fiesta como excusa cuando lo que debiste haber hecho era decirme a
la cara que ya no querías volver a pasar el rato conmigo.

No podía creer lo que estaba escuchando.

Ella estaba delirando.

—kate, nada de eso es cierto.

—Demonios si no lo es—escupió y se estremeció.

Paró de llorar, y yo observaba las contorsiones de su rostro.

Pasó por una gama de emociones, hasta que se decidió por la ira.

La ira vengativa.

—Como sea—dijo airadamente—Te vi discutiendo con tu novio. Tu novio el profesor. Tu profesor. Tu novio profesor...

Grey El Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora