Grey El Profesor.

Capítulo 90. Ayuda

Un golpeteo ligero.

No me moví.

—Anastasia. —escuche la voz apagada de Oliver al otro lado de la puerta.

Silencio.

—Anastasia, por favor quiero ayudarte—dijo en voz tan baja que apenas lo escuche.

No sé porque fui a la puerta.

Por supuesto no la abrí.

Me quede con la oreja pegada a la puerta para poder escucharlo mejor.

—Dilo de nuevo—le dije.

—¿Hug?

—Lo que acabas de decirme. No pude escucharte.

—Dije, quiero ayudarte —Oliver respondió.

Sonaba como una disculpa.

—¿Cómo? —le pregunté.

—No puedo decirlo a través de la puerta Anastasia. No quiero que mamá y papá escuchen. ¿Podrías dejarme entrar?

Me quede quieta por un segundo.

No estaba segura de sí era un truco.

Abr í la puerta, y se deslizo dentro, cerré dejándonos adentro.

—Soy el mayor idiota—dijo envolviéndome en un abrazo. Mi hermano no me abrazaba desde que éramos niños, y no puedo recordar eso.

Solo sabía que lo hacía, por las fotografías.

—Quítate de encima —fue mi respuesta.

Despiadada, pero eso tenía sentido.

Había sido inculcada hacia lo desconocido.

Oliver retrocedió.

Estaba llorando.

Me moví incomoda.

—No sé porque les dije. Pensé que tal vez estabas metida hasta el fondo en
algo y no sabías como salir. No sabía que papá iba a golpearte Anastasia, casi me fui hacia él. Lo hice, pero tuve miedo.

Evitó mis ojos.

—¿No podías decir lo feliz que estaba? —le recrimine.

—¿Feliz? Pasaste por un periodo de mal humor. ¿Cómo diablos iba a saber?

Me encogí de hombros.

—Las parejas pelean, Ollie—le explique en mi voz más condescendiente.

—Me dijiste que él rompió contigo luego del susto del embarazo. —
argumentó.

—Como sea. No debiste sacar el tema—le espeté.

—Anastasia, escúchame ¿de acuerdo?

Me quede viendo la pared opuesta.

—¿Vas a enloquecer si miras mi rostro? Por favor.

Me volví hacia él de mala gana.

—Yo lo siento. Lo siento Any, —dijo. —No lo sabía. No sabía que lo amabas. No lo entendí. Y no sabía que papá lo haría, any, realmente no lo sabía. Creo que se volvió loco o algo. Pero voy a ayudarte. Si quieres irte, te ayudare. —me cogió nuevamente y me envolvió en un abrazo.

En ese momento le devolví el abrazo.

Y lloré sobre su chaqueta.

Y le dije que tenía miedo.

—¿Él es bueno contigo ti, Any? Porque el rompió contigo, y creo que eso es
una mierda.

—Él es bueno conmigo Ollie. Lo juro. Cometió un error. Pero no lo hará de
nuevo. Creo en él. Confió en él— me separe de mi hermano y mire su rostro.