Clan de Lobos [BkDk]

Erbarn

Por breves instantes la bestia se había detenido bajando la guardia tras observar que Izuku intentaba detenerle, pero no fue suficiente, sus colmillos aún señalaban el cuello de la castaña en el suelo, no salía voz de ella al estar tanto asustada como asombrada por el acto ante sus ojos.

—Por favor exonérala de tu ley también —susurró al lado de la oreja del lobo, provocando con ello una molestia en el de ojos rubíes aproximándose más salvaje hacia Ochako.

—Izuku... —llamó la chica alertándolo de las crudas intenciones del lobo sobre ella.

Bakugou escuchó a la chica llamar a Deku, dándole a saber que ella lo conocía, asumió que también provenía de Goa, no tendría piedad, ignorando el agarre de Izuku a su cuello se dirigió sobre el hombro de la chica impregnando sus colmillos, ocasionando que curvara la espalda con una voz rasgada salir de la garganta de Uraraka.

Izuku comenzó a temer el hecho de que no sería escuchado, ni siquiera le daba respuesta, nuevamente comenzó a jalar al lobo para tratar de liberar a la joven.

—Katsu...Kat... ¡Kacchan! —exclamó temeroso llamando la atención de la bestia que solo observó de reojo al peliverde, se extrañó por ese nombrado. Izuku había entendido tras no recibir ninguna respuesta en ese lapso de tiempo, que siempre quería mantenerse incógnito ante los humanos, por ende ameritó un apodo frente a la joven intentando que no se enfadara más de lo que ya estaba —¡Suéltala Kacchan! ¡Le vas a arrancar el hombro!

Uraraka aún estaba en gritos agónicos al sentir como los colmillos clavaban más en su hombro, Izuku estaba nervioso, no podía pensar claramente lo que debía hacer, hasta que le llegó a la mente el chantaje.

—Si lo haces, ya no intentaré huir, me olvidaré todo... Haré lo que necesiten por el bien de su Clan; ¡Ten por seguro que si no lo haces no los perdonaré, ignoraré cualquier cosa que digan!

Bakugou quedó estático por unos momentos, aflojando su mordida, meditando lo que le acababa de decir, Izuku percibió ese momento de duda en el rubio, segundos después soltó el hombro de la chica retrocediendo un par de pasos, el joven mensajero se sentó tras ver el movimiento por lo que bajó su guardia dando un suspiro de alivio, que no duró mucho al recordar a Ochako lastimada tomando su hombro queriendo apaciguar la hemorragia.

—Uraraka-san...¡¿Qué tanto te lastimó?! —llamó en seguida sosteniendo la espalda de la castaña mientras la sentaba con cuidado.

—Llevas dos días desaparecidos, ¿qué has estado haciendo? —Dijo entre quejas ignorando la pregunta, intentaba parecer dura.

—El rey...¡¿Cómo está el rey?! —recordó en seguida, Uraraka alzó la vista hacia Izuku sudando nerviosa por su hemorragia que comenzaba a detenerse por la presión que ejercía, más tarde dirigió su visión hacia la bestia que observaba a ambos desde unos metros atrás.

—Tienes que verlo tú mismo... Apenas y sostiene la respiración —exclamó no muy lejos de su misma condición agitada. Estaba cautelosa con esa mirada escarlata clavada entre ellos como si escuchara cada cosa que decían —Volvamos a Goa, Izuku-kun, todos están preocupados por ti...

El chico miró la angustia en Uraraka y antes de abrir respuesta percibió como Katsuki dio unos pasos hacia ellos, su mirada dictaba todo hacia Izuku. Estaba limitado, al redirigirse hacia Uraraka se percató que ella portaba su mochila cruzada a su costado, aquella mochila que había abandonado en la cueva. Pudo atar cabos y entender el por qué la castaña estaba en el lugar, fue a rastrearlo en busca su paradero, el chico se puso de pie sereno ya que tenía una esperanza.

—Uraraka-san no volveré, pero tú... Sabes lo que tienes que hacer ¿no? —La chica enarcó su ceja, Midoriya señaló hacia su costado, hacia la mochila con precisión —termina mi trabajo, por favor —sonrió apacible mientras ayudaba a levantarse a la chica desde su brazo sano, jalándola de su mano, ella notó algo chocar entre su enlace.