Haz lo que tienes que hacer

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La tempestad del bosque estaba abrumándolo, gran parte de su tiempo había viajado solo y ahora esta vez le incomodaba ya que presentía que ese sitio era más extraño conforme pasaba el tiempo.

Sus ropas aún estaban mojadas, así que caminaba con el chaleco y la camisa cargándolas en su antebrazo esperando a que secaran un poco más. El camino lo tenía bien en cuenta, Katsuki lo había instruido de buena forma para llegar al gremio por lugares más cómodos de andar para Izuku. No le faltaba mucho para volver y buscar nuevas ropas, quizá luego buscaría más alternativas para mejorar el sitio, incluso quería ver como estaba Eijirou, sus heridas estaban mejor de lo que esperaba.

Midoriya se cuestionaba el por qué allí último donde se separó del lobo estaba actuando raro, como si intentase evitarlo de forma sutil, quizá su relación estaba mejorando ya que hubiera esperado algunas vocabulario más violento y amenazante, a pesar de que fue así en menor grado.

Extendió su camisa blanca entre manos inspeccionando que estuviera disponible para ponérsela, sin embargo continuaba húmeda así que desistió y continuó su andar. En un momento dado de su camino escuchó unas pisadas acercársele por un costado así que giró en seguida buscando la causa, su inquietud no fue tanto esta vez, ya no le sorprendía esas interacciones puesto que eran dos lobos acercársele. Uno de ellos ya lo familiarizaba, era aquel lobo albino de ojos heterocromáticos y el otro mayor de color azabache.

—Supe que volviste por tu cuenta, no lo entiendo.... — Al ver que era Midoriya retomó su forma humana, le inspeccionó de arriba abajo intrigado por lo que tenía a la vista —¿Qué fue lo que te pasó? —Preguntó Todoroki al verle vagar por el bosque con el torso desnudo y los pantalones al igual que el calzado mojado.

Izuku pretendía responder pero al notar que no se encontraban muy lejos del gremio se preocupó, ellos no eran los indicados de merodear.

—Ustedes no deberían andar por aquí, es peligroso aun —respondió Midoriya mirando de un lado a otro angustiado buscando que nadie más estuviera alrededor.

—Tuvimos un inconveniente —respondió el otro lobo transformándose a un lado de Shouto, era Inasa.

—Sabemos que estamos en un límite peligroso pero estamos confundido —comentó para dejar una pausa que terminó con un ligero suspiro —el aroma de Kaminari y Yaoyorozu nos trajo hasta acá.

El peliverde pensó en aquellos nombres queriendo recordar presentaciones que hubo en el campamento del rio, eran el rubio y la amable chica que le atendieron en un momento de angustia junto con los demás de la fracción.

Shouto cruzó sus brazos chasqueando la lengua, por el momento no quería volver a ese lugar, no quería entrar de manera temeraria, no, él era alguien cauteloso con lo que hacía a excepción de sus momentos que desbordaba sentimientos incontrolables, como de ira cuando atacó a Bakugou hace años. Izuku observó el comportamiento inquieto Shouto y pudo interpretarlo.

—¿Acaso crees que están de rehenes? —Liberó sin más el chico, sorprendiendo a Inasa aunque Todoroki solo escuchó con seriedad denotada en su rostro.

—Llegué a pensar eso pero... —comentó Inasa siendo interrumpido.

—Lo dudo, ellos no son así, terminan su trabajo de inmediato —cercioró Todoroki recordando la manera en que se empleaban las cosas en el Clan. —Posiblemente sea una trampa.

Al escuchar eso Izuku decayó, él no creería algo así, todos ellos tenían buenas intenciones, se lamentaba esa disputa que aún no podía arreglar.

—Puedo revisar el sitio y decirte que ocurrió —comentó observando el camino de vuelta al gremio.

—¿Lo harías? ¡¿De verdad?! —Exclamó alzando los brazos y cerrando sus manos con emoción Inasa, a lo cual Izuku asintió.

Clan de Lobos [BkDk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora