Clan de Lobos [BkDk]

Pesadilla

Dentro del recinto del clan, al haberse reincorporado de nuevo decidió contar todo lo que había sucedido desde que se encontró con Shouto en el bosque, exceptuando el pequeño guiño que le pidió el semialbino: guardar en secreto respecto a su familia. Lo ocurrido en Goa con el soberano de su reino y su decisión de volver luego de recordar su promesa hacia Katsuki.

Kirishima, que aún permanecía en reposo sus ojos rebozaban de asombro al escuchar aquello, considerando a Midoriya más valiente de lo que imaginaba, mientras tanto Bakugou era indiferente a la historia, surcaba la mochila en sus manos que había traído el peliverde, sacó un libro mirándo de la portada hacia la contraportada.

—Deku, ¿para qué demonios necesitas un libro de cosechas? —Quejó al leer el título del libro "La vida de un agricultor, el secreto de la cosecha" dejándolo caer al suelo. Izuku se acercó rápidamente a levantar el libro avergonzado.

—Oh... Es que le había planteado una idea a Kirishima-kun para facilitarles su... —detuvo su respuesta en seguida al darse cuenta del hecho que acababa de presenciar —increíble, Kacchan... ¿Puedes leer?

—¡¿Hah?! —Soltó Katsuki dejando caer la mochila al suelo una vez más —¿Por quién me estás tomando, maldito Deku? —Preguntó exasperado y con palabras que tropezaban en sí por el morbo de notar que acababa de ser elogiado.

—Bakugou es el único que sabe leer, no sé en qué momento aprendió... En la segunda planta del gremio hay un montón de ellos y sólo él sube a leerlos —el pelirrojo señaló con su mirada el libro en manos de Izuku —por eso no nos deshacemos de ellos, sabemos que le interesarán.

—¡Cierra el jodido hocico Kirishima! —Detonó abochornado.

No podía negarlo, Izuku estaba muy sorprendido por Katsuki, era difícil creer que hubiera aprendido a leer por sí solo. Sin duda era alguien increíble y con el calibre de liderar.

—Eh... —un hilo de duda salió de Eijirou — Pero cambiando el tema... ¿Me estás diciendo que Bakugou dejó ir a una humana bajo tu petición? —Izuku asintió enseguida sereno, por su parte Eijirou dirigía su vista hacia cada inquilino una y otra vez confuso.

—¡¿Qué?! ¡¿Tengo algo en la cara?! —Masculló con furia al ver la estúpida reacción de Kirishima a su persona.

—Es sólo que... Es raro de ti, dos personas que dejaste pasar por alto ese acuerdo, es difícil de creer. ¿Primero Midoriya y luego una chica? Estoy sorprendido.

—Fue sólo por esa ocasión, si me la vuelvo a encontrar no dudaré en acabar con ella, joder —soltó en queja con una mueca por el hecho de recordar su cara, la maldita fue suficientemente versátil para poder lastimarlo, la herida era lo de menos, su orgullo había sido fragmentado. Izuku se encogió de hombros tras escuchar esa respuesta.

—¿Acaso hizo algo para que hagas esa cara por mencionarla? —Preguntó Kirishima observándole curioso.

—¡No hizo ni una mierda! —Espetó exaltado.

—Por otra parte... así que era la fracción de Todoroki quienes estuvieron invadiendo poniendo toda clase de trampas y emboscadas —comentó decaído el pelirrojo recostándose completamente en el tapete.

La mirada de Katsuki estaba tensa al escuchar lo reiterado por su compañero, le había encontrado sentido a la pregunta que Izuku le hizo a Hitoshi, uno de los desertores, sobre aquella mochila, sus puños estaban fuertemente estrujándose por el simple hecho de pensar en la idea, le hervía la sangre. Izuku que estaba sentado al lado de Eijirou notó el comportamiento pesado del rubio, así que decidió hablar intentando apaciguar esa atmosfera llena de penumbra.